CADENAS DE CRISTAL
Mis pasos en la aldea eran lentos, como si el peso del mundo descansara sobre mis hombros. Había pasado un día desde aquel encuentro, y aunque todo a mi alrededor parecía calmo, dentro de mí una tormenta rugía sin descanso. Con cada paso que daba hacia la torre del Hokage, los recuerdos volvían, las palabras de Tsunade resonaban en mi mente: "Él recuerda todo". Y luego, las de Kara: "Él viene por ti". ¿Quién era "él"? No lo sabía, pero nada me molestaba más que ese misterio que parecía envolverlo todo, como una sombra que no podía escapar.
Al entrar en la oficina, me encontré con Kakashi, agotado, con una montaña de papeleo acumulada frente a él. Su aspecto, aunque cansado, mantenía esa calma característica, pero había algo distinto, una especie de aura elegante y misteriosa que no había notado antes.
—Mucho papeleo, ¿eh? —dije suavemente mientras tocaba la puerta, intentando romper el silencio.
Kakashi alzó la mirada, percatándose de mi presencia con una leve sonrisa oculta tras su máscara.
—Sabía que vendrías —respondió con tranquilidad, su tono casi premonitorio—. Es por él, ¿cierto?
Mis ojos se bajaron instintivamente. El dolor en mi pecho era innegable, y murmuré apenas audible:
—Sí...
La nostalgia me envolvía como un manto invisible. Sin decir más, Kakashi y yo caminamos en silencio, alejándonos de la torre hasta un lugar más apartado. El aire se sentía pesado a medida que nos acercábamos, y mi corazón, ya frágil, se apretaba con cada paso.
Llegamos a lo que debía ser una morgue. El ambiente era frío y clínico, el olor a desinfectante penetraba en mis sentidos. Kakashi, siempre sereno, organizaba unos papeles, su rostro algo tenso.
Kakashi organizó los papeles con cuidado, sin perder su calma habitual. Luego, con voz grave, empezó a explicarme:
—Le atravesaron el corazón, pero el golpe no fue mortal de inmediato. Parecía que lo querían con vida, al menos por un tiempo. Le dieron un golpe en la cabeza, lo suficiente para dejarlo inconsciente, y lo llevaron al borde de la muerte, sin darle oportunidad de resistir. Finalmente, le extrajeron el Bijuu, el tres colas... y ahí fue cuando murió.
Cada una de sus palabras cayó sobre mí como un peso insoportable. Sentía que mi corazón se rompía en pedazos, mientras mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. Kakashi abrió una puerta y me indicó que entrara. Mis piernas temblaban, pero lo seguí.
Dentro de la sala, una mesa quirúrgica esperaba. Sobre ella, una manta blanca cubría un cuerpo inmóvil. Mis manos temblaban, apenas controlando el miedo y el dolor que me invadía. Kakashi notó mi angustia, pero siguió hablando.
—Akatsuki no tuvo compasión, pero tú… no puedes encontrar una justificación para lo que le hicieron, ¿verdad, Sakura?
Su voz se rompió el silencio con una tristeza que reflejaba la mía. Mis lágrimas comenzaron a correr, y mi pecho se apretaba con el dolor de la realidad que tenía frente a mí.
Cada palabra era una daga que se clavaba en mi corazón, mis ojos comenzaron a humedecerse mientras el dolor se apoderaba de mí. Me sentía pequeña, indefensa. Kakashi, con una mirada de infinita tristeza, abrió una puerta al final de la sala e hizo un gesto para que entrara.
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El corazon de Sakura ~
Fanfic--- Nada es lo que parece. Sakura Haruno vive sumergida en una realidad que siente como ajena, buscando respuestas a una vida que no le pertenece. Su memoria la traiciona, fragmentada por recuerdos trágicos de otro tiempo, otra historia, otro destin...