Tiempo atrás...
Si la música de mi mp3 se detiene, los murmullos ocupan su lugar. Cada exclamación, grito y carcajada hace eco en el salón casi vacío, a esta hora solo llegan las chicas que hablan de chicos mientras se maquillan y yo, quien ama estar lejos de casa.
Mi mano se sigue deslizando sobre la libreta, formando líneas que conectan entre sí, dibujando un rostro, y no es uno cualquiera, sino el de mamá.
Si hay algo que debo rescatar de mí, es lo bien que se dibujar, recuerdo que papá me mostró sus técnicas y mamá comenzó a impulsarme regalándome todo tipo de libretas, lápices, pinturas y caballete profesionales. Después vino mi abuela con su sonrisa mágica y sus palabras adecuadas, diciéndome que podría ser la próxima Vincent van Gogh de esta generación. Y es por eso que a pesar de tanto tiempo, lo sigo haciendo.
Hoy por fin, después de meses, termine el boceto de mamá, planeo hacer un cuadro de ella y papá, para colgarlo en mi habitación, al menos así nunca los olvidaré.
Sonrió separando el lápiz de la hoja, mamá es tan perfecta, sus ojos iguales a los míos, de ese color chocolate, esa nariz respingada y diminuta, sus labios gruesos, sus mejillas sonrojadas y la pureza que emana, simplemente la mejor.
Estoy por cerrar la libreta, pero antes de siquiera hacerlo, una mano me lo impide, frunzo el ceño levantando la mirada, viajando por ese brazo de tono pálido, delgado y adornado por pulseras diversas, desde un búho, hasta piedras con iniciales. Me detengo en su rostro.
Sophie Cárter, la segunda líder del grupo de las pesadas que su parte favorita del día, es cuando me molestan.
—¿Qué dibujas? —pregunta arrebatándome la liberta, hace un mohín de desagrado —¿Quién es, tu novia? —ríe cubriendo sus labios
—No —me levante tratando de quitársela, pero me es imposible en cuanto lo hago los gorilas de Marcus me sostienen —déjalo —pido jaloneándome
—¿Es importante? —eleva una ceja, se pone frente a mí, mostrando el dibujo a modo que todos lo puedan ver y sus risas me hacen apretar la mandíbula
Asentí.
Sophie es bonita, su piel es blanca, pecas adornan sus mejillas y nariz recta, sus labios gruesos brillantes por su gloss. Ella es de esas chicas que todo le queda bien, no hay ninguna ropa que la opaque.
—¿Demasiado o no mucho? —levanta su pulgar y después lo pone hacia abajo —¡Eh!
Tartamudeo, es difícil responder mientras la desesperación de lo que pueda pasarle al dibujo de mamá me carcome. A Sophie parece darle gracia mi situación vulnerable.
—Si
Respondo por fin.
—Viéndolo de ese modo —encoge sus hombros tendiendo la libreta, sonrió expulsando el aire retenido y al momento de querer tomarla, ella la retira de mí, le da una última mirada y con la mirada traviesa arranca la hoja
—¡Nooo! —exclamó volviendo a querer soltarme, pero es inútil
Las risas comienzan a sonar en círculo, como si me rodearan divertidos, de nuevo soy el acto principal de su maldito circo. Una lava ardiente e intensa crece en mis venas, lo que me da suficiente fuerza para soltarme, camino a ella quien destroza la hoja con rapidez y al intentar golpearla un puño impacta mi mejilla izquierda haciéndome caer de forma estruendosa.
Acaricio la zona afectada, y sin verlos me arrastro hasta los pedazos que quedaron de mamá y los levantó con lágrimas picando en mis ojos, tomó mi mochila y salgo corriendo del salón con sus burlas de fondo.
Diciéndome cobarde, estúpida e idiota, ¿y ellos que son?
Estaba olvidando el rostro de mi propia madre, según Susy es por el estrés post trauma que he presentado, después de haberlos perdido, pues ni siquiera me despedí.
Hazme saber qué te parece, por favor...
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Cacería de brujas [BORRADOR]
HorrorHalloween se cierne sobre el pueblo de Hilton y lo que creían leyenda se ha despertado. Los inocentes disfrutan la noche con gracia, felicidad y en compañía de su dulce familia, mientras se regocijan entre dulces, trucos, cenas y películas. Mientras...