Camino rápidamente hacia la Cafetería Salem, el único lugar donde podría obtener más información. Al llegar, observo con discreción a los clientes. Ahí está, en una esquina, bebiendo un café y mirando fijamente hacia la calle. Mis sospechas se confirman.
La Cafetería Salem, un lugar envuelto en una atmósfera sombría y enigmática. El nombre evoca imágenes de brujas y secretos ocultos, un ambiente propicio para los misterios y las sombras. Me acerco fingiendo naturalidad y ordeno un capuchino. Mientras espero, mantengo un ojo puesto en él, analizando cada uno de sus movimientos. De pronto, gira la cabeza y nuestras miradas se cruzan. Siento un escalofrío recorrerme. Sus ojos parecen escudriñar mi alma. Desvío la mirada, aterrada, tratando de no llamar su atención.
¿Qué sabe ese hombre? ¿Qué es lo que está planeando? No puedo quitármelo de la cabeza. La tensión crece a cada segundo que pasa. Tengo que descubrir qué se trae entre manos. Debe ser él, sino ¿Quién más? Sus movimientos son bien cuidados y la rareza de que esté en su trabajo el día de descanso me hacen sumar más datos a mis sospechas.
La camarera me entrega mi pedido, por lo que le agradezco con una sutil sonrisa, lo llevo con delicadeza a mis labios y bebo su contenido, todo sin despegar mi vista de él. Quizás parezco una acosadora, pero busco algún indicio, un movimiento, gesto o algo que me haga identificarlo. En cuanto la cafeína entra en mi sistema, una nueva pregunta se impregna en mi cabeza: ¿Cómo luciría un asesino? Suelen decir que normal, que hasta la persona más amable puede serlo. Así que, cualquiera de este pueblo puede serlo, pues nunca terminas de conocer a una persona.
Por tener la mente tan ocupada, cuando mi teléfono suena me hace pegar un brinco aun en mi asiento y derramar un poco de café en la mesa de madera perfectamente bien pulida. Resoplo tomando varias servilletas para limpiar mi desorden, cuando dejo la mesa impecable saco mi teléfono. Ahí está de nuevo, haciendo aparición en el momento más inoportuno u oportuno, ya no lo sé.
@ShadowAngel; ¿Disfrutas de la vista?
Normal...
El silencio es sepulcral en la sala de interrogatorios de la comisaría. Las luces parpadean como en una película de terror, creando sombras inquietantes sobre las paredes blancas que parecen querer asfixiar a cualquiera que se encuentre ahí. La habitación estaría más sombría si estuviera vacía, pero no es el caso. En medio, hay una mesa metálica y, frente a ella, un chico esposado mira fijamente al espejo que adorna la mitad de la pared a su izquierda. Si se mueve, las esposas raspan la superficie de la mesa, por lo que se mantiene inmóvil, abrumado por la tensión que llena el ambiente.
ESTÁS LEYENDO
Cacería de brujas [BORRADOR]
TerrorHalloween se cierne sobre el pueblo de Hilton y lo que creían leyenda se ha despertado. Los inocentes disfrutan la noche con gracia, felicidad y en compañía de su dulce familia, mientras se regocijan entre dulces, trucos, cenas y películas. Mientras...