OSVALDO

60 7 3
                                    

Rivers

La oscuridad de la prisión parecía cerrarse sobre nosotros.

Ari y yo estábamos en una celda, rodeadas de rejas y desesperanza.

Osvaldo, Roier y Aldo estaban en otra celda, luchando por mantener la esperanza.

Pero entonces, el sonido de las armas resonó en los pasillos.

La policía había descubierto nuestro plan de escape.

Osvaldo corrió hacia nosotros, su voz gritando sobre el ruido de los disparos.

"¡Vamos! ¡Tenemos que salir de aquí!"

Pero fue demasiado tarde.

Un disparo sonó.

Y Osvaldo cayó al suelo, su cuerpo inerte y su mirada vacía.

"¡NO!" grité, mi voz desgarrada por el dolor.

Aldo se lanzó hacia él, su cuerpo sacudido por sollozos.

"¡Osvaldo, no! ¡Por favor, no!"

Roier y ari se unieron a nosotros, sus rostros llenos de rabia y tristeza.

"¡Vamos a escapar!" gritó Roier.

"¡Vamos a hacer que paguen por esto!" gritó Aldo.

Pero yo solo podía mirar el cuerpo de Osvaldo.

Mi amigo.

Mi hermano.

Mi ángel.

La policía nos separó, arrastrándonos de regreso a nuestras celdas.

Y me dejaron sola con mi dolor.

Con mi culpa.

Con mi arrepentimiento.

"Lo siento, Osvaldo", susurré.

"Lo siento por no haber podido protegerte."

La oscuridad de la celda me consumió.

Y me sumí en un mar de lágrimas y desesperanza.

---------------
No soy yo si no se muere alguien

[me enamoré de una criminal]《rivari》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora