[me enamoré de una criminal]《rivari》

vengaza

Rivers

La oscuridad de la prisión parecía cerrarse sobre nosotros, pero Ari y yo estábamos decididas a escapar. La muerte de Osvaldo aún resonaba en nuestros corazones, y la traición de Quackity era un recuerdo doloroso que nos impulsaba a actuar.

Nos miramos, y en nuestros ojos brillaba la determinación. Teníamos que hacer que Quackity pagara por su traición. Teníamos que demostrar nuestra inocencia ante el mundo.

"Tenemos que escapar de aquí", dije, mi voz apenas audible sobre el ruido de la prisión.

Ari asintió, su rostro pálido pero resuelto. "Y encontrar a Quackity", agregó.

Comenzamos a planear, aprovechando nuestras habilidades y recursos. Roier y Aldo se unieron a nosotros, y juntos, éramos invencibles. Nuestro plan era arriesgado, pero estaba claro.

Escaparíamos de la prisión.

Y encontraríamos a Quackity.

La noche era oscura y silenciosa, la prisión estaba tranquila. Era el momento perfecto para actuar.

"Estoy lista", dije, mi corazón latiendo con emoción.

Ari sonrió, su mirada brillante. "Estoy contigo", dijo.

Nos tomamos de la mano, y juntas, comenzamos a movernos sigilosamente hacia la libertad. Hacia la venganza.

Cada paso era un desafío, cada sombra un peligro potencial. Pero no nos detuvimos. No nos rendimos.

La puerta de la prisión se acercaba, y nuestra libertad estaba al alcance de la mano.

Pero entonces, escuchamos un ruido.

Un ruido que nos hizo detenernos en seco.

¿Qué era?

¿Quién era?