criminal

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Recuerdo aquel día como si fuera ayer. Era una noche calurosa de verano, y yo estaba caminando por las calles de la ciudad, buscando algo que hacer. Tenía 17 años, y mi vida era un caos. Mi familia había muerto en un accidente de coche un año atrás, y yo me sentía sola y perdida.

Fue entonces cuando vi a Osvaldo, Aldo y Roier. Estaban sentados en una esquina, riendo y hablando. Me parecieron interesantes, así que me acerqué.

Osvaldo fue el primero en hablar. "¿Qué pasa, chica?" dijo, sonriendo. "¿Qué te trae por aquí?"

Me sentí nerviosa, pero algo en su sonrisa me hizo sentir cómoda. "Nada", dije. "Solo buscando algo que hacer".

Aldo se levantó y me ofreció una cerveza. "¿Quieres unirse a nosotros?" preguntó.

Roier me miró con curiosidad. "¿Cómo te llamas?" preguntó.

"Me llamo Rivers", dije.

Y así comenzó todo.

Osvaldo era el líder del grupo. Era inteligente y carismático, y siempre tenía un plan. Aldo era el corazón del grupo. Era amable y leal, y siempre estaba dispuesto a ayudar. Roier era el cerebro del grupo. Era inteligente y astuto, y siempre encontraba una manera de salir de los problemas.

Y yo... yo era la nueva.

Juntos, comenzamos a hacer cosas que no debíamos hacer. Robamos, mentimos, engañamos. Pero también nos divertimos. Nos reímos, bailamos, vivimos.

Pero entonces, algo cambió.

Osvaldo comenzó a hablar de Quackity, un hombre que había hecho fortuna con la droga y la violencia. Quackity era peligroso, pero Osvaldo estaba empeñado en encontrarlo.

"Podemos ganar mucho dinero", dijo. "Podemos vivir bien".

Aldo y Roier estaban nerviosos, pero yo estaba emocionada. Quería vivir una vida emocionante, una vida llena de aventuras.

Y así, comenzamos a trabajar para Quackity.

Pero pronto descubrimos que no era lo que parecía. Quackity era cruel y despiadado, y no le importaba quién se lastimara en el camino.

Y yo... yo me convertí en una criminal.

Pero también encontré una familia. Encontré a mis hermanos, a mis amigos.

Y aunque todo salió mal, no me arrepiento de nada.

Porque sin aquel pasado, no habría encontrado a Ari.

Y sin Ari, no habría encontrado el amor.

[me enamoré de una criminal]《rivari》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora