ROIER

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Rivers

La escena se desarrolló en cámara lenta. Roier intentó escapar, su cuerpo moviéndose con desesperación, su rostro contorsionado por la angustia. El policía lo agarró, su mano cerrada sobre la muñeca de Roier, y lo arrastró de vuelta a la celda.

Ari y yo estábamos paralizadas, nuestras bocas abiertas en un grito silencioso. La realidad era demasiado cruel, demasiado injusta. Roier no podía morir. No podía dejar de existir.

El policía sonrió, su rostro una máscara de crueldad. "Lo siento, chico", dijo, su voz llena de ironía. "Pero tienes que pagar por tu intento de fuga".

Y entonces, el sonido del disparo resonó en la celda. Roier cayó al suelo, su cuerpo sacudiéndose en un espasmo de dolor. Ari y yo gritamos, nuestros voces entrelazadas en un coro de desesperación.

"NO", grité, mi corazón destrozado. "NO, NO, NO".

Ari se lanzó sobre Roier, su cuerpo temblando de dolor. "Roier, no", susurró, su voz rota. "Por favor, no te vayas".

Yo estaba en shock, mi mente bloqueada por la realidad. Roier, mi amigo, mi hermano, había sido asesinado enfrente de mí. No podía creerlo. No podía aceptarlo.

La celda se convirtió en un infierno, un lugar donde la esperanza había muerto. Ari y yo estábamos solas, rodeadas de la crueldad y la injusticia. La rabia y la sed de venganza comenzaron a crecer en mi interior.

"Quackity", susurré, mi voz llena de odio. "Te mataré. Te haré pagar por esto".

Ari me miró, sus ojos llenos de lágrimas. "Rivers", dijo, su voz rota. "Tenemos que salir de aquí. Tenemos que hacer que paguen".

Asentí, mi corazón lleno de determinación. "Sí", dije. "Vamos a hacer que paguen. Vamos a hacer que Quackity pague por todo esto".

La historia no había terminado. La venganza apenas comenzaba.

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Verha

[me enamoré de una criminal]《rivari》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora