ESPECIAL DE HALLOWEEN

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Era una noche fria de octubre, la academia había organizado un campamento en el campus para los estudiantes. La luna llena brillaba en lo alto, mientras las farolas alumbran las carpas que los estudiantes habían armado en la cancha de la academia. Alrededor de una fogata chisporroteante, cuatro figuras se encontraban sentadas, riendo y disfrutando del calor de las llamas mientras asaban malvaviscos.

—¡Gracias por invitarnos, Larry! —dijo Janet, con una sonrisa mientras giraba su malvavisco sobre el fuego —No pensé que un campamento de la academia pudiera ser tan divertido.

Larry, sentado a su lado, asintió con entusiasmo mientras echaba otro tronco a la fogata.

—¡Oh, claro! —respondió Larry con una gran sonrisa —Hacía mucho que no me divertía tanto. Bueno, al menos no desde que Lawrie me obligó a unirme al comité de disciplina.

La risa de Janet resonó, y Draco, que estaba sentado cerca, se unió con una sonrisa burlona.

—Vivir como salvajes nos enseña a ser más civilizados —comentó Draco, alzando su malvavisco en señal de victoria.

Lawrie, que estaba medio recostado contra el pecho de Draco, levantó la vista con una expresión de total desinterés.

—Claro, claro... lamentablemente, ya es hora de volver a la casita —gruñó Lawrie, dejando claro que el entusiasmo por el campamento no era precisamente compartido por él. —Extraño mi cama, la televisión... y, sobre todo, la comodidad de su cuarto.

Janet no pudo evitar sonreír al verlo tan quejumbroso. Sabía que Lawrie no era precisamente una persona amante de la naturaleza.

—Pero, Lawrie —dijo Janet en tono juguetón —Se supone que el campamento dura todo el fin de semana. ¿No estabas listo para una aventura al aire libre?

Lawrie se incorporó un poco, su rostro de pronto lleno de sorpresa y algo de incredulidad.

—¿Todo el fin de semana? —repitió, sus ojos mirando a Larry como si no pudiera creer lo que estaba escuchando —Pero... pero no hay camas, ni televisión… ¡ni la comodidad de mi cuarto! ¿Cómo pretendes que sobreviva toda la noche en estas condiciones?

Draco, que había estado observando la situación en silencio, rió entre dientes mientras le daba un pequeño empujón a Lawrie.

—Me avergüenzas, Lawrie —dijo con un toque de humor en la voz —Deberías ser feliz de estar en la naturaleza, como un auténtico ex-scout de la patrulla Pumanque.

Antes de que Lawrie pudiera responder, Draco le quitó el celular de las manos con un rápido movimiento. Lawrie levantó la vista hacia él, arqueando una ceja.

—Oye… —protestó débilmente, pero al ver la mirada de Draco, simplemente bufó y se dejó caer de nuevo en su pecho, derrotado.

Draco, con una sonrisa divertida, levanto su cabeza para besar a Lawrie suavemente en los labios, un gesto que Lawrie respondió sin dudarlo. Luego, Lawrie apoyó su cabeza en el hombro de Draco, suspirando mientras sentía la mano de Draco en su espalda, dándole ánimos.

—Vamos, Lawrie —dijo Draco con tono cariñoso —No es tan malo. Sólo una noche. Al meno podemos pasar tiempo como novios.

Lawrie cerró los ojos, acomodándose más en el pecho de Draco, como si el peso de las quejas se desvaneciera por un momento.

—No suena tan mal si lo pones así —murmuró, claramente resignado —Bueno, si tú lo dices…

Janet, que había estado observando la escena con una mezcla de diversión y ternura, no pudo evitar reír.

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