Decisión

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- Yo... - Yuuji estaba en shock y levemente aturdido por el aroma a roble y hierbabuena que emanaba de aquel Alfa desconocido que se encontraba frente a él.

-— Lo sé, te entiendo - le dijo con voz calmada e intentando acercarse - Yo también estoy sorprendido. Pero esto es maravilloso, jamás pensé encontrarte aquí...

- Espera, por favor - lo detuvo el pelirrosa - Esto es demasiado repentino para mí.

-— Para mí también lo es, pero no tienes idea de lo feliz que me siento - sin previo aviso, tomó las manos el pelirrosa y liberó sus feromonas con más fuerza - Permíteme presentarme, mi nombre es Yuta Okkotsu, y estoy encantado de conocerte, mi anhelado omega...

Yuuji se encontraba abrumado por el intenso aroma del alfa, el cual le agradaba demasiado. Su omega interior se removió, curioso por aquella presencia que llamaba tanto su atención, logrando que inconscientemente el pelirrosa liberará sus feromonas.

El alfa volvió a tomar las manos de Yuuji, las cuales temblaban. Sus grandes ojos dorados tenían las pupilas dilatadas, señal de que el omega se hacía presente.

Pero una voz lo hizo despertar a la realidad.

- ¿Yuuji...?

El pelirrosa reaccionó de inmediato ante la voz de Satoru, quien lo observaba con semblante triste.

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Cuando notó que Yuuji no estaba, fue de inmediato a su búsqueda, pensando que le había ocurrido algo malo.

Preguntó a algunos de sus familiares, y uno le indicó que lo había visto entrar por el corredor y que no había regresado, por lo que Satoru fue a buscarlo.

Unos pasos adentro, pudo captar las feromonas de un alfa. Un intenso aroma a roble, propio de su primo Yuta, lo cual le pareció extraño. Luego oyó como éste hablaba con alguien más.

-— Lo sabía... Tu aroma, durazno y vainilla, eras tú... Mi omega...

Una presión nació en el pecho de Satoru, provocando que casi se le corte la respiración. Caminó, esta vez con temor, esperando que no se tratara de la persona que creía.

Pero sí lo era. Era Yuuji, su Yuuji.

"No puede ser... Por favor, no puede ser cierto... Tú no, Yuuji... Tú no..."

Si bien, Yuuji no se había lanzado a los brazos del alfa, era evidente que estaba empezando a sentirse encandilado por el aroma de Yuta, pues apenas podía articular palabra y en sus ojos claramente podían verse reflejados el anhelo del Omega.

Su corazón se sintió herido. No había nada que hacer ahí.

Quiso dar la media vuelta e irse, pero su Alfa interno era obstinado. Por lo que, tomando el control, le habló al pelirrosa, liberando sus feromonas con pesadez y amargura, en una especie de ruego y llamado de atención a quien aún consideraba su Omega.

La mirada de Yuuji se posó inmediatamente en él. Sus pupilas volvieron a la normalidad, dejando ver a más profundidad el color miel de sus ojos.

Y fue entonces, que se lanzaba los brazos de Satoru, aferrándose a él.

- Satoru... - dijo Yuuji con voz suplicante, mientras restregaba su nariz contra su pecho - Por favor, no quiero estar aquí...

La actitud del pelirrosa lo tomó por sorpresa, aunque no podía negar que se sentía feliz de haber sido escogido. Sin embargo, algo en su pecho aún le molestaba, y era el hecho de que al ser elegido por Yuuji, significaba que rechazaba a su destinado.

Alzó la mirada y esta vez era Yuta quien lucía triste. Satoru conocía perfectamente el dolor de ser rechazado, así que podía imaginarse lo que su primo estaba sintiendo.

No siempre es el Destino (GoYuu/SukuFushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora