"Friendzone" [Hijack/Frostcup]

1

Aquella tarde, nos encontrábamos en la sala de el apartamento de Jack "estudiando" para la prueba de psicología que tendríamos mañana. Jack, con tan sólo 16 años, ya tenía un departamento para él sólo, sin embargo yo tenía que compartir habitación con el estúpido de Eugene, mi primo.

Estábamos jugando "Halo" en la consola de Kristoff, él (como siempre) nos llevaba la delantera.

—¡Gané! —chilló levantando su control victorioso.

¡Mierda! ¿Porqué siempre nos tiene que ganar?

—Anda Jack, vamos a comprar cervezas como consolación —propuso Eugene, el cual ya es mayor de edad, está repitiendo la preparatoria por segunda vez.

—Bueno, bueno —cedió Jack—, ya volvemos.

Salieron y me dejaron sólo con Kristoff, alias: el rubio creído.

Nos quedamos en un silencio sepulcral, Kristoff jugaba en modo individual, yo sólo lo veía jugar.

Casi media hora después llegaron Eugene y Jack con las botellas de cerveza y una que otra de vodka.

—¡Que comience la diversión! —aulló Jack levantando un par de botellas, de cierto modo me agradaba su entusiasmo.

Kristoff apagó la consola y se acercó a los chicos, al igual que yo. Jack me lanzó una cerveza, la destapé. Tomé un gran sorbo de la botella ¡Esto sería genial!

(...)

Seguíamos bebiendo sin control alguno, me sentía mareado, pero aún así continúe tomando de mi décima botella. El teléfono de Eugene sonó.

—¿Bueeeno? —contestó claramente ebrio.

Hubo silencio.

—¡Contrólate, sólo fueron... un par de botellas!

Reímos como unos completos drogados, ya sabíamos lo que sucedería, Eugene colgó.

—Me tengo que ir —hipó levantándose—. Rapunzel viene en camino.

Lo miramos, esto siempre sucedía, en cierto sentido era patético.

—¡Dile que no hicimos nada malo! —se mofó Jack mirándonos a todos, generalizando—. ¡Porque te va a dar duro con la sartén!

Todos reímos al recordar la vez en la que Rapunzel irrumpió en el departamento con una sartén en mano, ¿qué decirles? Fue horrible. Nunca había visto una mano tan... poderosa.

Eugene salió tableándose seguido de Kristoff, el cual seguía medio sobrio. Me quedé sólo con Jack, no decíamos nada, en verdad, a cierto punto era incómodo.

—¡Hip! Hiccup —balbuceó pesadamente, en verdad estaba ebrio.

Lo miré.

—¿Eh?

Sonrió y se me tiró encima, acorralándome.

—Te amo —susurró.

Abrí los ojos como platos. Eso no era verdad ¡Estaba ebrio!

—No, Jack —expliqué—, tú no me... amas.

Comenzó a reír como idiota, me asusta.

—¿Quién lo dice?

Se acercó y estampó sus labios sobre los míos, me resistí, pero no por mucho. ¡Esto está mal!

Lo empuje, se alejó dejando un hilillo de saliva entre nosotros.

—¡No Jack, esto está mal!

Me miró.

—¿Por qué?

—Porque... —musité buscando un pretexto—. Porque tú tienes novia!

—Shhh... —sonrió colocándome su dedo en los labios—. Sólo bésame, Hicckie.

Ya no podía con esto, me levanté tambaleándome, sentí un fuerte dolor en la cabeza. ¡Mierda! ¿Porqué bebí tanto?

Jack se levantó y fue tras mío, apuesto a que la escena era patética: Un par de ebrios persiguiéndose en un apartamento para evitar que uno sea violado.

Decidí correr en vano, por que caí en segundo siguiente.

Jack se me tiró encima.

—No huyas de mí, corazón —susurró roncamente antes de volver a estampar sus labios en los míos.

Se sentía tan bien... ¡Alto! Esto está mal.

Me separé de él y desvíe la mirada, Jack me volteó la cara mirándome con lujuria. Hice una mueca.

—Oye Jack —hablé—. Esto está mal... ¿No te parece?

Jack no me escuchó, me alzó las manos y me quitó la playera con torpeza.

Una vez que ya no había nada, comenzó a besar mi abdomen desnudo, una oleada de placer llegó a mi persona. Me excité.

Jack comenzó a lamer mi cuello, yo gemía por el placer, el sonreía en cada gemido que yo daba.

—Te quiero —me susurra al oído antes de volver a besarme.

Esto comenzaba a gustarme. Me posicioné encima de él y comencé a besarlo con dulzura, acaricié su frío abdomen y le quité la playera, mordí uno de sus pálidos pezones y el gimió.

Eso me bastó para reaccionar.

¿Qué estoy haciendo?

Me le quité de encima, él me miró.

—Lo siento...—hablé con sobriedad— pero esto está mal.

Jack se hincó a mi altura.

— No Hiccup, yo... yo te amo.

Acarició mi rostro con sus frías manos.

Suspiró y me besó de nuevo, sentí sus lágrimas caer. Se separó.

—¡Y-Yo te amo! —chilló.

Me alejé de él aunque me doliera. Se quedó en el piso moqueando. Sentí que no debía separarme de él. Pero no era posible.

Estábamos ebrios, y Jack tenía novia.mBusqué mi chaqueta y salí de su apartamento. Una vez afuera lo oí moquear.
Suspiré y me tambaleé a la entrada.

Caminé tres cuadras para llegar a casa y para colmo comenzó a llover.

¡Este día ya no podía empeorar! Una vez afuera busqué en mis bolsillos mi llave. No estaba. ¡Mierda!

Toqué la puerta y nadie contestó ¡Se me había olvidado que Eugene se había ido con Rapunzel! Me senté afuera del edificio y esperé a que la lluvia se calmara.

No lo hizo.

Media hora después llegó un auto. Vi una figura conocida salir de él. Se acercó lentamente y habló:

—¿Hiccup?

Editado: 29 de marzo del 2016.