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—¡¿Porqué siempre tiene que ser así?! —chilló Jack tomándome por los hombros—. ¡¿Acaso siempre me tienes que dejar tirado en el piso de algún lugar después de besarnos?!

Lo miré perplejo, al igual que todos los espectadores, las miradas iban directamente hacia nosotros, hacia el espectáculo.
Aparte la mirada de él y contesté:

—No tengo la menor idea de lo que estás hablando, Jack.

Escuché la sonora carcajada de su parte, seguida de un jaloneo, quedé a centímetros de su cara, me miraba con cierto enojo que era raro en él.

—No te hagas, sabes muy bien de lo que estoy hablando, Haddock.

Escuché un «¡Uh!» de los espectadores ¿Cómo diablos le hacia Jack para ignorarlos? Más aún que es uno de los más conocidos en la escuela.

—¡¿Besarnos?! —exclamé—. Estarás idiota ¡Sólo somos amigos! Además tienes novia, imbécil.

Las bullas y risas aumentaron, Jack sólo afinó los ojos retándome, me iría mal, eso estaba más que claro.

—Acompáñame —susurró sin soltar el brazo que me había despojado y llevándome a las afueras del colegio, después de llegar afuera Elsa se le acercó y éste sólo le sonrió con hipocresía arrastrándome hacia su auto y asegurándose de que yo no tuviera escapatoria, se montó en el asiento del conductor y arrancó.

Lo miré antes de lograr articular una palabra:

—¿Adónde vamos? ¡Tenemos clases, idiota!

Jack sólo me miró frustrado.

—Vamos a un lugar donde podamos ser nosotros, un lugar donde tú no aparentes ser algo que sinceramente no eres y no te queda. ¿Sabes porqué? ¡Me acabas de negar completamente!

Lo miré.

—¡¿Y qué quieres saber?! —chillé—. ¡Te estoy hablando con la verdad!

Jack frenó bruscamente dejándome aturdido.

—En primer lugar, no soy ningún idiota, en segundo lugar sigo sin saber tus razones para empujarme y dejarme tirado en el maldito piso cada vez que pasa algo entre nosotros y quiero la verdad, no hay nadie que pueda juzgarte ahora.

«A excepción de ti, idiota»

Bufé y lo miré considerando si debía decir o no la verdadera razón.

—No creo que sea de tu incumbencia saber el porqué del cuál te dejo "botado" en el suelo, además no quiero que lo sepas, no aún.

Jack suspiro y se jaloneó el cabello frustrado.

—¡Sólo dilo, Hiccup!

Bufé antes de decir la más grande mentira del mundo.

—Porque salgo con Mérida ¿sí? ¡Eso es lo que pasa!

Jack se quedó callado, inmóvil y perplejo, todo al mismo tiempo, ciertamente una faceta que jamás había visto de él.

—Así que era eso...—susurró—. ¡Pero que idiota soy! ¿Cómo fui tan estúpido como para creer que me corresponderías...?

Jack comenzaba a alterarse, otra vez no... Su última crisis nerviosa fue hace dos años, la recuerdo bien, me fracturé la mano.

—J-Jack tranquilo...—susurré tratando de acercarme a él, sólo quería tranquilizarlo.

—¡No me toques! —chilló— ¡Lárgate! ¡No quiero verte!

Lo miré, estaba más rojo que nada, sus ojos reflejaban tantas cosas que no podría describir, en verdad lo había lastimado, pero... era demasiado tarde para arrepentirse.

—Jack, no te pongas así, tu tienes novia y ahora yo...—me interrumpió.

—¡Sal de mi auto de una maldita vez! —gritó cerrando los ojos y apretando los puños hasta que quedaron blancos.

Tomé mi mochila y salí del auto dando un portazo ¡Odio su bipolaridad! ¡¿Cómo diablos pasa de un "dilo, no hay nadie que te juzgue" a un "lárgate de una maldita vez, Haddock"?! ¡Es desesperante!

Caminé de regreso a la escuela mirando de reojo el auto de Jack, aún seguía estacionado, aún gritaba maldiciones, pero eso no era lo importante, hice lo que debía y no me arrepiento...

Sólo quiero olvidarme de lo que siento por él.

Editado: 29 de marzo del 2016.

"Friendzone" [Hijack/Frostcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora