Los días interminables se volvieron dos semanas infinitas en las que los escasos mensajes de Mitsuba se volvieron más infrecuentes, donde las noches que pasaba pensando en él venían seguidas de pesadillas en las que el mundo era helado, los rayos caían a una tierra donde no había esperanza y avanzaba por un pasillo lleno de espejos que le mostraban a Mitsuba sin vida, frio, fantasmal...
El trabajo continuaba, el voluntariado, el club, sus clases, el entrenamiento, todo continuó, pero sin Mitsuba. Todo siguió adelante con él solo para reflexionar el desastre que se había vuelto su vida desde el accidente: iba a clases donde evitaba ver la silla vacía frente a él y en cambio, fruncía el ceño a las gardenias que alguien había decidido poner en el jarrón. Se esforzaba en cumplir sus obligaciones del club de gastronomía, de entregar sus desordenadas tareas y no ganarse la ira de Akane-senpai. Teru vino de visita, tenerlo ahí el fin de semana debió distraerle con todas las cosas que tenía que contarle sobre Yokohama, pero no fue así, en cambio tuvo que soportar las sonrisas lastimeras de su hermano mientras preguntaba por el accidente, por Mitsuba. Kou no quería hablar de accidente, pero terminó haciéndolo porque así era con Teru, le restó importancia antes de que los recuerdos del suceso lo abrumaran y parloteó sobre sus recientes actividades en el club, de la escuela, de sus amigos, lo cual por suerte distrajo la atención de Teru lejos de accidente.
—¿Cómo está Yashiro-san? —Inquirió su hermano apoyado en la encimera de la cocina mientras Kou lo vigilaba, asegurándose de mantenerlo lejos de cualquier comestible.
—Dice que Kagome ha perdido su encanto sin ti ahí. —Kou suspiró, sirviendo café en una taza. La sonrisa de su hermano creció, en contra de lo que las personas pensaras a Teru le agradaban los halagos— Los primeros días estuvo devastada.
—Me alegra ser recordado.
—Cuando sepa que estuviste de visita y no le dije nada va a enloquecer. —Se burló Kou— ¿Dos de azúcar?
Se giró hacia su hermano, que lo observaba con detenimiento. Su expresión era la misma que tenía cuando lo miraba entrenar; evaluación, observación, conclusión.
—Ah... —Teru ladeó la cabeza, estrechando los ojos— Veo que ya no estás enamorado de ella. Después de años...
El corazón de Kou dio un salto vertiginoso.
—¡Yo no estaba tan enamorado de ella Niisan!
—Lo estabas, o eso pensaba... —Kou no se molestó en replicar, su hermano sabia cosas con el mismo don espeluznante que su madre: porque las sabia, y punto— Supongo que debería estar aliviado... —Extendió las manos en un gesto de paz y disculpa, para que no pudiera malinterpretarse— Yashiro-san es una chica increíble, pero...
—¿Pero?
—No era el tipo de persona que tenía en mente para ti. —Dijo resuelto, como si Kou se supone que debería entender eso— Además, nunca fue un secreto que ella ya eligió a Yugi-san, por mucho que finja que no lo ha hecho. Dos cucharadas por favor.
Kou se sobresaltó al darse cuenta de que no había respondido la pregunta hasta entonces, suspiró, agregándolas. Esto debería hacerlo sentir algo, tristeza, desamor, alguna frustración, pero el recuerdo de Nene estaba teñido por nada más que amistad, un cariño infinito y la camaradería usual.
No había celos o corazones rotos como antes. Aquella vez en la que había corrido bajo la lluvia desilusionado le parecía tan lejana como si fuera un sueño, quería a Nene, pero ya no sentía la necesidad de probarle su valía, o de competir por su atención... No lo había pensado hasta entonces y la revelación fue tan liberadora como atemorizante.
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It was always you (Mitsukou)
FanfictionMinamoto Kou ha dado por sentado que Mitsuba Sousuke, su engreído mejor amigo, estaría a su lado siempre, apoyándolo como un latido de corazón. Pero un desafortunado incidente trunca el destino, mueve las estrellas, Kou no quiere perder a Mitsuba, y...