Algo no anda bien

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"Como un latido de corazón, constante, seguro y confiable. Sousuke. ¿Si te hubieras ido que sería de mí? Eres mi mejor amigo. Jure cuidarte, jure defenderte. ¿Es por eso que siento que muero si imagino un mundo sin ti?" –Kou. 

Había sido bombardeado sin piedad con preguntas de todos, conocidos, amigos, desconocidos y maestros sobre el estado de Mitsuba a lo largo de la jornada escolar.

Unos murmuraban que ahora tenía amnesia, otros que estaba en coma, otros que simplemente no había sobrevivido. Amane y Yashiro se aseguraron de alejarlo de ellos, porque las cosas no terminarían bien.

Intento contestar la mayoría de las preguntas amables que se le hicieron, aguantando hasta el final del día, porque así es como es Minamoto Kou.

Sus amigos como siempre le acompañaron cierta parte del camino, normalmente Mitsuba y él se dirigían a la misma área, Kou era el primero en quedarse, o en ocasiones afortunadas Sou aceptaba comer en su casa.

Esa parte del camino fue muy solitaria.

A penas la puerta de su casa se abrió fue recibido por un abrazo sorpresivo de su madre, seguido de Tiara, las mujeres hablaban muy rápido, el rubio apenas logró capturar las palabras, "preocupada" "accidente" "no puedo creerlo" "aliviada".

-Sayuri me llamo para decirme lo que le paso a Sousuke. –Explicó. Tiara asentía frenéticamente a su lado, afirmando cada palabra.

Kou quiso parar los recuerdos que llovían en su mente, sangre, llanto, electricidad, dolor, felicidad. Le devolvió el abrazo aún más fuerte a su madre, el alivio creciendo en su pecho. Como cuando Kou era pequeño, y un abrazo maternal era la solución a cualquier dolencia.

Era un poco patético, Mitsuba le señalaría eso. Pero sin la presencia de él Kou podía ser tan "patético" como quisiera.

Chiasa Minamoto le sirvió una cena caliente, prácticamente ordenándole no mover un musculo para cocinar. No era como si Kou tuviera ánimos de ello, no tenía hambre, pero se obligó a comer la comida que su madre había hecho con tanto amor.

Kou podía ser muchas cosas, pero no un malagradecido. Amaba con su vida a su madre. Incluso cuando esta viajaba constantemente hacia que cada momento fuera especial, le regalaba una sonrisa tranquila y una comida caliente siempre que podía.

Cuando Tiara termino su comida y se hubo asegurado que su querido hermano estuviera en perfectas condiciones se retiró, entonces la Señora Minamoto se sentó frente a él, estiró una mano suave que acarició su cabello.

-Quise ir por ti, pero sabía que preferirías terminar tus clases. –Kou asintió enérgicamente.- Oh mi cielo. ¿Cómo estás? El maestro me notificó que fuiste tú quien se quedó al lado de Sousuke desde que sucedió.

Kou asintió de nuevo, la comida pasaba con mucha dificultad ahora por su garganta.

-Me dijo que quisiste acompañarlo. Pero no te dejaron...

Kou miró hacia abajo. Nuevamente se sentía solo, tenía el sentimiento de que en cualquier momento podía hundirse, una punzada de preocupación tonta bajo las costillas.

Ignoró todo esto. O al menos lo intentó.

-Estoy bien mamá... Mitsuba está bien.

-Mi amor, Sousuke significa mucho para ti, ha sido tu mejor amigo desde... ¿Qué? ¿Los tres años? -Ella sonrió de esa forma que solo las madres saben hacerlo- Tener que ver a un ser querido sufriendo sin poder hacer nada, es lo más doloroso que alguien pueda experimentar. Desde niño, siempre se cuidaron el uno al otro.

It was always you (Mitsukou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora