One Shots TWICE x Tu

Jihyo x tu

Este one shot tiene como temática el estallido social en Chile, ya que hace poco se cumplieron 5 años de este importante suceso. Está escrito con algunos modismos chilenos para darle un toque auténtico. ¡Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice al escribirlo, lo amé!

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Narra ____:

Me encontraba con mis compañeros de medicina, ayudando al resto de los manifestantes. Era el 2019, en pleno estallido social, y nosotros, como brigadistas de la salud, asistíamos a quienes resultaban heridos por los balines que los pacos les disparaban, o ayudábamos a las personas a tranquilizarse por el gas del zorillo.

—Toma este limón para la garganta —le dije a un manifestante que estaba tosiendo por el gas, mientras le entregaba un trozo.

—Gracias —respondió, antes de seguir su camino.

Continué con mi labor y me acerqué a una niña pequeña que lloraba por el gas lacrimógeno.

—Tranquila, pequeña, déjame ayudarte —le limpié el rostro con una mezcla de agua y bicarbonato, un remedio casero que solía calmar la irritación de los ojos y la piel.

—Muchas gracias, no sé cómo pasó todo esto... estábamos manifestándonos pacíficamente y de repente ocurrió todo esto —comentó la madre de la niña, asustada.

—Lo sé, ya no tienen piedad contra nosotros —respondí, sintiendo la impotencia. —Lo mejor es que se vayan, la cosa parece que va a ponerse brígida .

—Tení razón, gracias por tu ayuda —la madre tomó a su hija y se alejaron rápidamente.

Miré a mi alrededor. El humo de las lacrimógenas se acercaba cada vez más, y los carabineros venían armados. Camine rápido hacia el otro lado para evitar el enfrentamiento.

—Hay que moverse antes que lleguen los culiaos —dijo Eric, mi mejor amigo, señalando hacia donde se acercaban.

—Vamos —ajusté mi máscara antigas y comenzamos a alejarnos.

Mientras caminábamos, cometimos el error de girar por una calle que nos dejó acorralados. Los pacos nos tenían rodeados. Comenzaron a disparar balines a la gente inocente, igual que siempre.

—¡Hay que correr! —exclamó Eric.

—No podemos dejar a los cabros así po. Tenemos que ayudarlos  —le dije, viendo a varias personas heridas y a los carabineros acercándose.

—Si no nos vamos, nos van a llevar en cana... y sabís que esos weones son terrible malos —respondió Eric, asustado.

Antes de poder reaccionar, la "primera línea" se interpuso entre los carabineros y nosotros, enfrentándolos con piedras y objetos improvisados para protegernos.

Mis ojos se encontraron con una chica que, con todas sus fuerzas, lanzaba una piedra contra los pacos. Por un momento, nuestras miradas se cruzaron y sentí mi corazón latir con fuerza. Pero el momento se rompió cuando escuché los gritos de dolor de un hombre cercano. Corrí hacia él, rompiendo el contacto visual.

—Tranquilo, amigo, todo estará bien —le dije mientras sacaba un torniquete de mi botiquín para detener la hemorragia en su pierna, donde le había alcanzado un balín.

—Pacos culiaos... —gruñó el hombre entre dientes.

—Por suerte no fue en otro lado más grave —le respondí, intentando animarlo. —¿Puedes caminar?

Se levantó, cojeando ligeramente.

—Sí, gracias por tu ayuda —me sonrió y se fue.

Mientras continuaba ayudando, no me di cuenta de que uno de los pacos se me acercaba. Sentí cómo me agarraba fuerte del brazo y comenzaba a arrastrarme hacia el furgón donde detenían a todos.