Me dirigía a la escuela con una sonrisa en el rostro, emocionada por comenzar mi último año. Era un momento especial, y estaba decidida a aprovecharlo al máximo. Al llegar, pude divisar a lo lejos a mi grupo de amigas, y me apresuré a saludarlas.
—¡Hola chicas! ¡Las extrañé! —dije mientras las abrazaba a todas, disfrutando del cálido recibimiento.
—Es obvio, todos me extrañan —respondió Nayeon con una pose de diva— Soy lo máximo.
El comentario de Nayeon nos hizo reír a todas, pero mi atención se desvió al sentir una voz familiar a lo lejos. Allí estaba ____, acompañada por sus amigas Dahyun, Tzuyu y Chae. Se veía aún más hermosa de lo que recordaba, y no pude evitar quedarme observándola. Cuando ella notó mi mirada, rápidamente desvíe la mía, sintiéndome un poco avergonzada.
—¿Cuándo le dirás a ____ que te gusta? —preguntó Mina, su curiosidad evidente.
—Nunca... solo mírenla, es la chica más popular de la escuela, nunca se fijaría en mí —respondí con tristeza, sintiendo un nudo en el estómago.
—Yo creo que deberías confesarte. Es el último año y quién sabe qué puede pasar —dijo Sana con entusiasmo, tratando de animarme.
—Apoyo a la ardilla, y si ____ te rechaza, le daré su merecido —añadió Nayeon con una actitud decidida y ruda.
Las chicas seguían conversando, poniéndonos al día sobre lo que habíamos hecho durante las vacaciones. La conversación fluía naturalmente, y aunque mis pensamientos a menudo se dirigían a ____ , trataba de disfrutar el momento con mis amigas.
De repente, el timbre sonó, señalando que era hora de ir a clases. Nos dirigimos a nuestro salón, y me senté junto a las chicas. Mientras nos acomodábamos, me preparé para prestar atención a la profesora de biología. Era una de mis materias favoritas, y estaba decidida a absorber todo el conocimiento posible durante este último año.
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—Al fin terminó la clase de biología —comentó Momo mientras caminábamos hacia nuestros casilleros— De verdad intento prestar atención, pero me da sueño y me termino quedando dormida —añadió, haciendo un puchero.
—Tienes que estar más atenta —le reproché— No quiero que te vaya mal en esa clase —dije mientras abría mi casillero. En ese momento, una nota cayó al suelo desde el interior del casillero.
—Toma, Jihyo, se cayó de tu casillero —dijo Jeongyeon, extendiéndome un papel de color rosa pastel.
—¡Jihyo tiene un admirador secreto! —exclamó Nayeon emocionada— Lee qué dice.
Tomé el papel entre mis manos y lo abrí, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo.
-Es bueno volver a clases, extrañaba ver tu linda sonrisa en el receso-
