Los días pasaban y se convertían en semanas hasta llegar a meses, cada tres días Tom llevaba a Bill a comer almas de los prisioneros, en las noticias no dejaban de pasar las muertes de los presos y nadie sabía porque, cuando encontraban los cuerpos, en su pecho había una marca, la misma marca que tenía Bill en su costilla, pero nadie sabía que significaba.
Muchos pensaban que morían por una enfermedad que se estaba propagando en ese lugar, primero hubo área restringida, llevaron muchos médicos para averiguar que pasaba pero los sucesos siempre pasaban cada tres días, nadie sabía porque.
Bill había adelgazado pero con la comida que le daba a su bebé, el feto dejo de alimentarse de él y comía las almas dejando a su padre, el chico comía comida normal, estaba recuperando el peso que tenía antes.
Su estómago estaba creciendo pero él no sabía porque ahora crecía mas rápido, le daba temor que su bebé no fuera fuerte.
- ¿Crees que es bueno que me crezca así de rápido?.- Pregunto viéndose en el espejo, estaba de lado y se veía, solo tenía unos bóxers puesto, Tom lo veía con una sonrisa, era muy tierno lo que veía.
- Si, es porque lo has estado alimentando como se debe. - Contesto levantándose de la cama y poniendose detrás de Bill, acariciaba su vientre y escondía su rostro en el cabello del menor, oliendo su aroma y ese champú de fresas. - Si seguimos así, saldrá antes.
- Ya quiero tenerlo en nuestros brazos.
- Si... - susurro.
Bill volteó para quedar frente a su rostro para buscar sus labios, el mayor cuando sintió que se movía, dejo de oler la fragancia y fue sorprendido por el beso que se dejó llevar después, ese amor tan grande que se tenían, disfrutándose del uno al otro.
El menor se acostó en la cama para poder dormir un poco, Tom se acosto a un lado de él, se sentía cansado, cuando se dejó llevar por el cansancio.
(.....)
Cuando Bill despertó de ese dulce sueño que habían tenido, busco con la mirada a su novio, este se encontraba fumando un cigarro en la azotea, abrió la puerta de vidrio y el aire fresco con el olor a cigarro invadió sus fosas nasales.
- ¿Que estás haciendo? Ve a dormir. - Le ordeno Tom al sentir su presencia, pero Bill no pudo ignorar su turno de voz que se escuchaba diferente.
- Estoy bien. - Respondió acercándosele lo iba a abrazar por detrás pero este se quitó.
- ¡Que te vayas a dormir!.- Ordeno con voz autoritaria, el menor se sorprendió, nunca antes le habían hablado así.
- T-tom....¿P-paso algo?. - Pregunto con nerviosismo en su voz.
- Sabes algo Bill. - Se tocó la sien.- Esto fue un error.
- ¿Q-que?.
Bill no sabía de qué estaba hablando, sus ojos estaban oscuros y la noche era fría, sentía como el viento acariciaba su piel pero la daba escalofríos, todo su cuerpo temblaba, las sombras aparecieron y eso lo asusto más, pero algo era diferente, las sombras no susurraban, estaban calladas.
- No debí buscarte. - Dijo Tom y entro al departamento pasando por su lado sin siquiera mirarlo.
- ¿P-porque dices eso?. - Preguntó Bill con voz temblorosa ya se estaba inquietando, vio cómo su novio tomaba la chaqueta y se la ponía.
- Me divertí contigo. - Una sonrisa perversa salió de los labios del mayor. - Pero ya hiciste suficiente, yo no quería tener a ese bastardo que llevas.
- Ba... Bastardo, P-pero... Pensé que...- La voz de Bill se quebraba.
- Oh, ¿Acaso creíste que podía llegar a amarte encerio?.- Se burlaba de él, Bill ya no pudo retener las lágrimas y salieron.
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Ojos oscuros (Toll +18)
Horror-¿No me tienes miedo? - Pregunto el de ojos oscuros brillosos, que aunque estuviera entre las sombras podía verlo con claridad esos ojos completamente oscuros. - No. - Podría hacerte daño... - ¿Me hará daño, señor?.- Pregunto con timidez - Nunca - C...