El menor estaba en labor de parto, el chico gritaba cada vez que le daba las contracciones que eran tan dolorosas, el mayor se apresuró en quitarle las vendas y cuando se las quito lo cargo, le daba temor perderlo como el perdió a su madre.
Nunca espero poder embarazarlo pensando que el menor no le tendría tanto amor como él le tenía pero sí lo era, Bill lo amaba como él lo amaba, Tom cuando lo cargo solo camino unos pasos y las flamas frías lo consumieron llevándoselos a ambos al departamento.
- ¡No puedo! - Grito el chico.
El mayor lo llevo al baño, la temperatura de Bill era elevada que quemaba si lo tocaba una persona normal, podría tener quemadura o dolor si era tocado, el mayor lo puso en la tina y abrió la llave, dejando que el agua helada saliera, el chico sentía como era la temperatura del agua y cuando toco su piel, el vapor se esparció por toda la habitación.
— Tranquilo mi niño - Trataba de calmarlo.
— ¡Me duele!.
La sangre empezó a cambiar el agua a un tono rosado, ya estaba empezando el labor de parto y le dolía como un infierno, lloraba y gritaba cada vez que las paredes de su ano se abrían, se compadecía de las mujeres que traían a la vida a sus bebés.
- Lo estás haciendo bien... Solo tienes que empujar - Le decía Tom, el agua seguía bañándolos a ambos.
— ¡No quiero! Me duele ¡Ahh...!.— Gritaba el menor, Tom no sabía qué hacer nada más que calmarlo, el baño estaba cubierto de vapor y el agua seguía saliendo.
- Ya está saliendo, solo puja mi pequeño, tu puedes. - Le daba ánimos, podía ver como salía su bebé del orificio y el dolor que sufría Bill, el menor apretaba la orilla de la bañera.
— ¡AAAHHHH!. - Gritaba sintiendo tanto dolor de como salía de él, viendo como su cabeza se asomaba, después de como salía y el menor sostenía, para que no se le metiera agua a su boca y nariz, solo escucho el llanto del bebé.
- Ya terminó mi niño. - Le agradecía y con una toalla cubrió al bebé, placenta y sangre era lo que cubría al pequeño, un niño.
- Eres hermoso... Neo.— Susurró con voz muy débil, el mayor lo vio como sus ojos se cerraban de apoco, el mayor se acercó y el bebé empezó a llorar más fuerte, las sombras empezaron a moverse más rápido de lo normal.
— Bill... No, no cierres los ojos... ¡Bill!...¡¡ Por favor abre los ojos!!... ¡¡BILL!!.
(...)
5 años después.....
Había pasado cinco años, de aquel momento cuando vio cómo su niño cerraba los ojos, ahora Tom tenia cargando al pequeño Neo de cinco años, cuando llegaron al parque lo bajo y vio como corrió el pequeño a los juegos, el pequeño jugaba con la pelota en el parque y a veces se subía a la resbaladilla, el niño tenía los mismo ojos que su papá, cuando cambiaban a oscuros eran cuando comía o le decían que irían a comer.
El pequeño Neo podía comer de todo y todas las comidas le beneficiaban, cuando comía almas era bueno pero a la vez malo porque le daba fuerza, incendiaba cosas que él no sabía si estaba bien o mal, Tom le decía que debía tranquilizarse, el pequeño se asustaba cuando su cuerpo completo le invadían las flamas azules que no le quemaba pero de todos modos el niño se asustaba.
Tom le enseñaba fotos donde salía su papá Bill, el pequeños le gustaba ver las fotos de sus padres juntos, cuando el mayor tomaba fotos posando ambos en la cámara, enseñando cuanto se amaban.
- Ten cuidado Neo. - Le advertía su padre, el niño reía muy fuerte cuando bajaba por ese tobogán y con el eco se oía más.
- ¡Es divertido!. - Decía muy alegre el pequeño cuando ya llegaba al final del tobogán.
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Ojos oscuros (Toll +18)
Korku-¿No me tienes miedo? - Pregunto el de ojos oscuros brillosos, que aunque estuviera entre las sombras podía verlo con claridad esos ojos completamente oscuros. - No. - Podría hacerte daño... - ¿Me hará daño, señor?.- Pregunto con timidez - Nunca - C...