Relatos de héroes.

Unificación.

Él, nació en el pueblo de val-ladyr.

Ella, no conoció su lugar de origen.

Él, creció en una familia de cinto hermanos huérfanos.

Ella, en una comunidad de dioses.

Él, robó para alimentar a sus hermanos. Mató, para protegerlos. Y ellos, a la primera oportunidad lo abandonaron.

Ella, traicionó, desafió y derrotó al mismísimo Hércules. Escapó del Olimpo. Y desobedeció a los doce olímpicos.

Él, aprendió poesía. La vida le enseñó a defenderse y sobrevivir en el mundo. Viajó, peleó y aprendió junto a los caballeros de la Guarda.

Ella, llegó a la tierra y aprendió a vivir entre humanos.

Él, es Lancelot del lago.

Ella, Afrodita diosa del amor y la belleza.

Ellos, se conocieron en un pueblo Maya, al mismo tiempo que Arturo Péndragon ingresó al limbo. El y su agrupación llegaron perdidos, sin su líder, y con la mitad de los hombres que tripulaban el barco en que viajaron. Llegaron a conocer a esta nueva tribu, que aparentemente vivían del otro lado del mundo.

Pero en ese lugar, deidades bajadas del cielo, esperaban a ver si el humano en el limbo, por fin reclamaría el poder de Excalibur. Y cuando el humano el poder en el limbo reclamó, su presencia se esfumó y a sus amigos, ya muertos los imaginó.

Se complicó una profecía, y la humanidad, le informó los hechos a los dioses.

Eh ahí, la prueba de cuando se cumple una profecía, una nueva comienza. "Cuando Excalibur por fin sea empuñada, los dioses bajarán y a la tierra juzgarán. Y ese humano tan especial, el pecado de la humanidad en sus hombros cargará" Esa profecía comenzó cuando el limbo colapsó.

Una guerrera entre la humanidad y los dioses se estaba aproximando.

Los líderes de la aldea les ofrecieron una vida de paz, lejos de esa guerra, lejos de la muerte y la violencia. Pero el deseo de volver se convirtió en un problema para Lancelot. Y ese problema, a él, lo volvió un problema.

¿Pero cómo se atrevían ellos? Ofendían al guerrero amante de la poesía quien jamás podría vivir en paz sabiendo el peligro que en su hogar corrían

¡Cómo se atrevían! A decirle que debía abandonar a Arturo Péndragon y dejarlo pelear solo. El compañerismo entre ambos, después de mucho tiempo, se convirtió en una iniciativa, la iniciativa de los Caballeros de la Guarda. Ese viaje, creó un laso de amistad entre ambos.

¡Cómo se atrevían! A quitarle el sentido de la aventura a su vida.

Sin opciones, los líderes no tenían un método que no fuera obligarlo a aceptar el trato, por medio de las peores torturas. Pero las peores torturas no son aquellas que te cortan la piel, traspasan tu cuerpo de piel a piel, ni en las que te cortan la misma piel, pero, junto con la carne, las venas ni los huesos. No... Las peores torturas son las que te guían al deterioro mental y a una pérdida del conocimiento con cada segundo.

Al final, Soportó tantas torturas que fue llamado como "Una rara especie" en cuerpo de humano. Incluso, porque lo que lo hizo ceder, fueron los veinte días que pasó sin comer, y solo con tres baldes para beber.

En la oscuridad más baja de la pirámide a orillas del mar, en una prisión, oscura y mortal, las visitas de la diosa él nunca supo notar, porque en su forma mortal, con palabras ella lo intentaba deleitar. En esas ocasiones ella trató de hacerlo aceptar, pero no se pudo explicar, por qué, el malestar del humano supo apreciar.