●Capítulo 8●

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Un mundo para ti.

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     Zeno y Margarita estaban acostados en el gran salón del planeta del Rey del Todo observando las constelaciones. La humana se sentía asombrada por cada pequeña cosa, ella nunca se había sentido tan pequeña, pero aquello solo le demostraba lo inmenso que era el mundo. Por su parte, Zeno solo podía observar sus ojos brillar al contacto con las galaxias, sus labios arquearse en una pequeña sonrisa y sus manos apuntar hacia cualquier planeta que le llamara la atención.

—¡¿Cuál es ese?!—preguntó Margarita emocionada. 

Zeno observó de reojo y contestó —Es el quinto planeta del Universo 3. —en ese momento el pequeño rey recordó algo —¿Quieres ver algo asombroso?

     Margarita le observó curiosa y asintió con rapidez. El pequeño ente voló por el lugar y tomó una pequeña canica del suelo —Mira este planeta...

La castaña se sorprendió de inmediato —¿Son... flores?

—Sí. 

—¿Por qué existe un planeta solo con flores?—cuestionó Margarita confundida al no ver animales ni vida humana. 

     Zeno se molestó. Aquel planeta era para ella, ¿Por qué preguntaba eso? ¿Por qué podía aceptar las flores del hijo de Goku y no su planeta floral? ¿Qué era diferente?

—Es tuyo. 

Margarita frunció el ceño —¿Eh?

—Te lo regalo. 

     Dai Shinkan se sorprendió, quiso intervenir, sentía el poder de Zeno-sama menguar y aquello era imposible. Parecía estar enojado, pero nada temblaba, nada era destruido, era una sensación distinta. Todo era distinto, pero ¿Por qué? ¿Por Margarita? ¿Por esa humana?

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Es suficiente.

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     Las horas pasaban y el tiempo con Zeno-sama era placentero, cálido, y sin duda, armonioso. Aquel pequeño ser tenía tantas cosas que mostrarle a Margarita, que ella se sentía abrumada, pero una tristeza le llenaba el corazón.

—¿Nunca le haz mostrado todo esto a alguien más?—preguntó la humana con suavidad.

El pequeño Zeno negó lentamente —Nadie me visita. Nadie viene. Solo es Zeno.

Margarita decidió cerrar su bocota y sonreirle al pequeño con tristeza. ¿Ese ser que había vivido desde los inicios del universo, siempre había estado solo? O quizás, ¿La esperaba? No. Era imposible, ¿Por qué ella de entre tantas personas? incluso, entre tantos universos. Ella no era especial, ella no era nada...

Sin embargo, ver aquel pequeño ser volar a su alrededor, mostrarle todas sus cosas, incluso regalarle un planeta, la hacían sentir especial, única en todo el universo. Se sentía confundida, y desorientada ante tales emociones. 

—Creo que es suficiente...—susurró Margarita sin pensar.

Zeno la observó confundido. —¿Mmm? ¿A qué te refieres?

Margarita agachó la cabeza y afirmó —Quiero ir a casa.

—Pero si a penas nos estamos divirtiendo... 

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¿Me abandonas?

Fin. Parte 8.

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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La Humana que Olía a Otoño. ● [DRAGON BALL SUPER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora