Beyond Omega: Ecos del original

13 Plan de cita con Jean

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"Estaba pensando en revisar la propiedad, ya sabes, antes de finalizar el trato y todo. Entonces, ¿quieres salir conmigo?" Ofrecí. "¿Tal vez tomar algo de cena en el camino?"

"¿Como amigos?" Jean entrecerró los ojos. Estoy bastante seguro de que ella estaba tratando de leer mi mente, pero soy inmune a la lectura mental. Jeje. Ella siempre se queja de que no sabe lo que estoy pensando y de cómo se siente perdida durante nuestra conversación. Es divertido ver a Jean así. Ella siempre lee la mente de todos sin su permiso, ahora, no puede hacerme eso. Se siente bien.

"¿Qué tal si lo llamamos una cita hoy?" Pregunté mientras mantenía la compostura.

"Está bien", sonrió Jean. "Suena divertido. ¿A qué hora quieres ir?"

"¡Espera! ¡¿Está bien?! Esperaba algún tipo de reacción de tu parte. Como, oh, Dios mío, ¿una cita de verdad? ¿Por qué tardaste tanto? O, no sé... Algo así", dije mientras hacía una cara divertida.

"¿Y dejar que te burles de mí más tarde?" Jean dijo mientras se levantaba con una sonrisa.

"¡Sí! ¡Adelante, dame una reacción o algo así! Estoy esperando", insté.

Jean se rió mientras sacudía la cabeza y comenzaba a caminar hacia la puerta.

"¡Oye, lo digo en serio!" Llamé después de ella. "No te vas a salir con la tuya, Jean".

Se detuvo y me miró por encima de su hombro, sus ojos verdes brillando de diversión: "¿Y qué vas a hacer al respecto, Aron?"

"Bueno, tal vez ponga un pimiento grande en su hamburguesa, para empezar", dije con cara seria.

"Ay". Ella levantó una ceja, claramente disfrutando de las pequeñas bromas. "Eso es simplemente cruel".

Caminé hacia ella, sonriendo. "Será mejor que cuide sus espaldas, señorita Grey. No voy a ser fácil contigo".

Jean se volvió para mirarme completamente, con una mirada desafiante en sus ojos. "Adelante, Aron. Te reto".

Nos miramos el uno al otro durante un largo momento, ninguno de los dos dispuesto a retroceder. Fue como un estancal silencioso, cada uno de nosotros tratando de medir la determinación del otro.

"Realmente debería dejar de pasar tiempo con Jubilee y Kitty", dije mientras me rascaba la parte posterior de la cabeza. Su hábito de hacer bromas a la gente estaba empezando a afectarme.

Jean se rió: "Sabes que te harán bromas para siempre si dejas la pandilla, ¿verdad? Podrían ir a tu nueva casa y molestarte. Robar periódicos, tocar el timbre e irse, y así sucesivamente. Sin mencionar que Kitty puede caminar a través de las paredes. Ella podría tomarte algunas fotos vergonzosas y esparcirlas por toda la academia. Humm... Ahora, esa es una buena idea. Podría ponerla en esto y conseguir algunas fotos bonitas de ti". Una sonrisa burlona apareció en su rostro.

"No harías eso", dije, medio en broma, medio en serio.

"Pruébame", respondió Jean con una sonrisa traviesa.

"Bien", suspiré, levantando las manos en derrota. "Me rindo. No volveré a gastarte una broma. Prometido".

"Buena elección". Ella me dio una palmadita en el hombro. "¿Ahora, sobre si cierras esa grabadora en tu bolsillo?"

"Tsk". Estaba planeando grabar su reacción y hacerle una broma más tarde. ¡Maldita sea! ¿Cómo se dio cuenta? ¡Espera! Solo se lo conté a Jubilee... Entonces, ella debe haber leído la mente de Jubilee y haber conocido mi plan. ¡Hombre! Ella es muy inteligente. Cerré la grabadora.