"Infidelidad" l.h •Editando•

Ꮜn te quiero.

Ya eran las 3:30 de la madrugada, si, ya era muy tarde y yo no podía dormir ya que tenía en la cabeza en recuerdo que tuve hace ya muchas horas con Calum sobre Luke, pero.... ¿Por qué lloraba por mi marido cuando él podía estar revolcándose con otra?
No, ya no más, no se lo merecía, por más que lo amara él no merecía todas las lágrimas derramadas.

(...)

Al día siguiente desperté con la sorpresa de que Luke estaba a un lado mío, abrazándome por la cintura, era increíble, aún tenía el descaro de tocarme. Con enojo, quite su brazo con brusquedad provocando que lo despertase de profundo sueño.

—¿Mhm?, ¿Qué ocurre?— Preguntó con la voz ronca pues estaba medio dormido aún por lo cual al levantarse se talló los ojos para clavar su mirada en mí.

—Nada, Luke, no pasa nada.— Respondí con sequedad, no podía creer que fuera tan poco hombre. Solté un suspiro de cansancio y decidida me puse de pie.

—¿Quieres ir a algún sitio? hoy tengo tiempo bastante tiempo, me dieron el día.— Propuso sentándose en la orilla de la cama. Me sentía una basura, me sentía plato de segunda mesa. ¿Realmente yo merecía esto? No. No lo merecía, ninguna mujer lo merece.

—No, ahora soy yo la que no tiene tiempo, justamente hoy tengo muchas cosas que hacer.— Murmuré con el mismo tono de antes, seca. Me coloqué las sandalias que estaban cerca de la cama dispuesta a irme hacia el cuarto de baño y así no tener que estar cerca de él.

—¿Te pasa algo?— Cuestionó tomándome del brazo para luego girarme hacia su dirección haciendo que mirara sus intensos ojos azules.

Respire profundamente, cerré los ojos unos cuantos segundos para tomar el coraje de hacer la pregunta.

—Luke...— Le llame. —¿Tú aún me amas?—Esta vez fui yo quien preguntó con un hilo de voz, en ese momento me percate de que tenia los ojos cristalizados, un nudo en la garganta atorado, quería llorar pero no debía, no podía, no frente a Luke.

—Claro, amor, yo aún te quiero...— Eso realmente dolió, tampoco era que me esperara un te amo pero ahora veía que las cosas entre nosotros habían  cambiado. Sin poder evitarlo, deje salir un sollozo junto con unas cuantas lágrimas. —Pequeña, ¿Qué te pasa? me estas preocupando.— Su ceño se frunció ligeramente rodeándome con sus fuertes brazos haciéndome sentir protegida, justo como antes lo hacía.

—Déjalo, tengo que salir...— Me solté de su agarre e intente limpiar las lágrimas que yacían en mis mejillas. Dispuesta me metí al baño, abrí la llave de la ducha y después me adentre a ésta comenzando a llorar. Luke si que era un poco hombre, no entendía lo que pasaba y era claro que no entendería. Estaba harta.

(...)

Terminé de darme una larga ducha, salí del baño y al entrar a la habitación no encontré a Luke, justo hasta que escuche un ruido en la cocina supuse que estaba ahí.
Un objeto comenzó a vibrar en la pequeña mesa de noche, mire hacia esa dirección y era el celular de Luke; era un mensaje, tomé el objeto entre mis manos y baje con él a donde estaba su propietario.

—Tienes un mensaje...— Avise entrando a la cocina, Luke se giro y me miro de arriba a bajo. Olvide que solo estaba envuelta en la toalla, pero no le tome importancia. No era la primera vez que me miraba de tal modo. —Tienes un mensaje.— Repetí y después él salió de su pequeño transe.

Abrió sus ojos con sorpresa mirándome atónito. —¿Viste lo que decía?— Preguntó con nerviosismo arrebatándome el celular de las manos para luego comenzar a leer el mensaje.

—No, no vi nada.— Hice un gesto con los labios negando con la cabeza mientras un suspiro salía de mis labios. —Iré a cambiarme.—Dije con el tono de sequedad que empezaría a utilizar con Luke desde ese momento, me di media vuelta, hasta que su voz me detuvo.

—Iré a casa de mi madre...— Aviso casi inaudible.

—¿O de tu amante?— Pregunte en susurro para que no lograra escuchar, y afortunadamente no lo hizo. —Está bien, te cuidas.— Dicho eso salí de la cocina.
Sabía a donde iría realmente. Si, él iría con su amante, estaba segura pues justo leí el nombre de quien había mandado ese mensaje y decía "Ashley" así que supuse que seria ella. Hace mucho tiempo él me había dado en nombre de su secretaria.
Me fuí a la habitación sin ánimos y comencé a vestirme con pereza.

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