"Infidelidad" l.h •Editando•

ℙor un momento.

Me miro exasperado, su ceño se frunció notoriamente. —Pues no te lo daré.— Hablo, y continuó. —Hice una promesa ante el altar y la voy a cumplir... No quiero dejarte, Alex.— Limpió sus lágrimas.

—No quiero que estés a mi lado sólo por una promesa, si tú quieres a aquella mujer, aprovecha la oportunidad que te estoy dando... Sé libre otra vez.— Murmuré a punto de llorar, otra vez.

—No es sólo por esa promesa, nena, es porque yo te amo.— Me miro directamente.

—No te creo, ya no creo en ti, Luke.— Suspiré con cansancio sentándome en la cama para cubrir mi rostro con ambas manos, y así, llorar.

—Créeme, Alex, lo digo en serio, te amo.— Me miro desde esa distancia, no quería sentir su lastima hacia mí, pero, ¿Qué más podría sentir? Al verme tan rota, decidió sentarse junto a mí, para luego, fundirnos en un abrazo que al parecer ambos necesitábamos. Aún así, no podía flaquearme.—

—Dame el divorcio...— Insistí llorando con la cara hundida en su pecho.— Sólo te pido eso, por favor no me lo niegues.

—¡No! ¡Entiéndelo, no te lo daré! Sé que tú no lo quieres, yo tampoco lo quiero. Por favor tú no me pidas eso.— Se alejo para mirarme nuevamente, se notaba dolido, yo también lo estaba. Era lo mejor para ambos.

—Quiero que me des ese divorcio porque me has sido infiel, porque todo ese amor que sentía por ti se ha esfumado como el humo en el aire. Todo lo que creamos en 5 años, se fue en menos de 5 segundos, lo único que quiero en estos momentos es odiarte con toda mi vida pero, ¿Sabes algo? No puedo odiarte. Te sigo amando más que a nada en este mundo, aunque lo niegue. Pero eso no significa que quiera estar más a tu lado sabiendo que tú tienes una amante, y que hasta tuviste sexo en mi cama con ella en MI cama.— Negué con una mirada decaída separándome de él por completo.

—¿Sabes algo? mi respuesta siempre será no, ¿Entendiste? Y tampoco dejare que te vayas. Simplemente no puedo permitirlo.—

—No puedo creerlo.— Una risa burlona salió de mis labios, pero lo cierto era que; no sabía si lo hacía por él o por mí. —Entonces prepárate para lo que sigue, Hemmings. Ni loca me quedare contigo.— En su mirada se noto lo sorprendido que estaba, y yo también lo estaba pero traté de disimularlo. Mi voz había soñado bastante amenazante, fría, tanto que podría jurar se erizaron mis vellos.

Dicho eso, salí de la habitación corriendo, él venía tras de mí intentando detenerme.

—Alex, no te vayas, no me dejes... ¿A donde piensas ir?— Cuestionó una vez que me tomo del brazo, impidiendo mi escape.

—Voy a olvidarme de todo esto...— Respondí sin mirarlo, y sin haberlo pensado. No tenía cabeza para pensar lo que hacía o decía.

—¿Por qué me lastimas de esta manera?, ¿por qué el divorcio? Te lo pido, cariño, te ruego no me hagas esto.— No sabia que decir, pero de lo que estaba segura y consciente era que yo no podía pensar en Luke, si él tampoco había hecho lo mismo. Realmente me había herido. Estaba rota, hecha pedazos; gracias a él.

—No puedo creer que digas tantas tonterías, Luke.— Me solté con fuerza de su agarre, después salí de casa lo más rápido que pude, me estaba asfixiándome de tenerlo así de cerca.

¿A donde podía ir esta vez?
Caminaba sin rumbo por las calles frías de la ciudad, al parecer llovería. Que dicha, pensé.
Mi mirada divago por los locales en donde me encontraba, mis ojos se clavaron en un bar que estaba justo a unos pasos. Podría tomar hasta morir y así poder olvidar todo aunque sea por unas horas, así era mi pasado, no era algo nuevo.  Quería olvidarme de Luke Hemmings por un momento, aunque más tarde tuviese que enfrentarlo.