Science Of Love [MoonSun]

Ocho

Parte 4:

Termodinámica

No puedes ganar. No puedes llegar al punto de equilibrio. Y no puedes abandonar el juego.

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Yongsun no había esperado que JiAn la sacara de la cama y la llevara a almorzar a la mañana siguiente, pero a las diez de la mañana estaba sentada en una cafetería como si se le hubiera podrido el infierno, con los ojos llenos de lágrimas y el pelo completamente despeinado, ni siquiera recogido en su coleta.

Hoy no tenía más planes que revolcarse en la cama.

Pero entonces miró su teléfono y vio los mensajes.

Moon Byul - 6:44AM

¿Cómo te encuentras? ¿Tienes resaca? Le envié un mensaje a Yonghee para asegurarme de que llegaras bien a casa.

Moon Byul - 7:31AM

Espero que te haya dicho que le di el vodka antes de irme. Sé que era importante para ti por alguna razón.

Moon Byul - 8:19AM

Probablemente sigas durmiendo. Eso es bueno. Pero creo que deberíamos hablar, así que mándame un mensaje cuando te despiertes.

Los había visto justo cuando JiAn se había colocado sobre ella, con las manos en las caderas después de quitarle las mantas de encima.

—¡Hora de levantar tu trasero gay!

Yongsun gimió y miró su teléfono, y luego casi empezó a llorar de nuevo.

Luego había accedido a ir con JiAn y había dejado el teléfono en casa para evitar cualquier otro mensaje y para no tener que pensar qué contestar.

Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que JiAn y ella encajaban muy bien. Es decir, casi todos los demás estaban en parejas del mismo sexo.

—¿Esto es...?

—Es un café queer. Es decir, los heteros pueden entrar, obviamente. Pero los dueños son una pareja de lesbianas y se inclinan totalmente por los eventos de este mes. Es nuestro momento. —respondió sabiamente JiAn, porque claro que lo sabía. Sonrió a la camarera con una sonrisa radiante mientras les dejaba el café.

Yongsun acunó la taza entre las manos y se recostó en la silla, sintiéndose como un estropajo. Normalmente no salía de casa en joggers y camiseta holgada, pero hoy no le importaba demasiado.

JiAn, por supuesto, no parecía un estropajo, llevaba una falda larga y vaporosa, un top sin mangas con volantes y un sombrero redondo de gran tamaño, era la viva imagen de lo que ella misma describía como boho-chic.

El silencio las invadió durante unos segundos, mientras Yongsun golpeaba su taza con los dedos.

JiAn y ella no solían salir solas. Le agradaba mucho JiAn y la conocía desde hacía una década, pero... Yonghee casi siempre estaba con ellas. Eso sólo se le ocurrió en ese momento.

—Um... ¿por qué no querías que viniera Yonghee? Te oí decirle que querías hablar solo conmigo.

JiAn resopló.

—Me encanta el tacto que tienes.

Yongsun se encogió de hombros.

JiAn se inclinó hacia delante.