▄▄▄▄▄▄▄▄▄ 🕯️✨🗡️ DONDE... donde Astoria, una romana, hija de Júpiter y parte del legado Grace, debe de afrontar lo que jamás se permitió: el sentir.
Ella era una soldado hecha y derecha, un porte que intimidaba a todo el mundo y una mirada que do...
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JASON GRACE
Jason no iba a mentir, estaba nervioso.
Se encontraba en la proa, sobre la plataforma elevada de la ballesta, donde los romanos podían verlo fácilmente. Agarraba la empuñadura de su espada dorada con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos. Por lo demás, parecía tranquilo para estar exponiéndose como objetivo, pero para el mismo, sentía su corazón latir tan fuerte que creía que se le saldría.
Por encima de los tejanos y de la camiseta de manga corta naranja del Campamento Mestizo, se había puesto una toga y una capa morada: los símbolos de su antiguo cargo de pretor. Con su pelo rubio revuelto por el viento y sus gélidos ojos azules, tenía un atractivo rudo y un aire de autoridad, como le correspondía a un hijo de Júpiter. Había crecido en el Campamento Júpiter, de modo que con suerte su rostro familiar disuadiría a los romanos de derribar el barco.
"Dioses, Astoria me matará por llevar la camiseta del campamento griego."
El sonrió. Su hermanita (no le digan que la llama así). Estaba ansioso por verla, por obligarla a envolverse en un abrazo que terminaría con ella frunciéndole el ceño enfadada y que luego le dijera todo lo preocupada que estaba, que le gritara si fuera necesario, pero nada cambiaría el hecho de que ahora volvían a estar juntos.
Estos ocho meses habían sido una completa tortura para Jason. Recuerdos perdidos de su familia, momentos confusos que lo hacían dudar entre lo que cree que pasó y que pasó realmente, dolores de cabeza cada vez que Clovis intentaba entrar en su mente mientras dormía y lágrimas aquí y allá por no poder estar junto a su hermana.
Debía agradecerle a Adelaide y a Clovis, de no ser por ellos sus recuerdos sobre Astoria no estarían tan intactos. De no ser por ellos no estaría tan seguro de quien es y quien era. No había recuperado todo, pero la mayor parte de sus recuerdos estaban ahí. El sólo esperaba que su rompecabezas se completara con la llegada de Astoria, porque Hera había sido lo suficientemente generosa para permitirle recordar y conservar una foto de su hermana con el cuando despertó ese día en el autobús.
También esperaba que Astoria no haya hecho de Percy un enemigo, sabía lo terca y estricta que podía llegar a ser.
En el alcázar de popa, Leo corría de un lado al otro como loco, comprobando los indicadores y luchando con las palancas. La mayoría de los timoneles se habrían contentado con un timón o una caña de timón. En cambio, Leo también había instalado un teclado, un monitor, los controles de aviación de un reactor Learjet, una mesa de mezclas de dubstep y unos sensores de control de movimiento de una Nintendo Wii. Podía girar el barco dándole al regulador, disparar armas sampleando un disco o izar las velas agitando muy rápido los mandos de la Wii. Incluso para un semidiós, Leo era un caso grave de trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
