Capítulo 7

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Advertencia Extra

Este capítulo refleja los gustos personales de la escritora, por lo que algunas partes pueden resultar un poco bruscas. Si el contenido que incluye rudeza en el sexo o lenguaje vulgar te incomoda o molesta de alguna manera, te invito a que, por favor, te ahorres el mal momento y esperes al próximo capítulo. Desde ya, muchas gracias por tu comprensión y te deseo una buena lectura.

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Los dos se quedaron congelados. La temperatura en la habitación pareció caer en picada, al igual que el libido de ambos muchachos. Preso del pánico, Jake buscó algo de consuelo en la mirada de Hunter aunque desistió casi al instante ya que lo único que encontró fue un pánico igual o mayor que el suyo. No es que pudiera culparlo, la situación se prestaba completamente para el terror y la vergüenza.

-¿Jake, estás ahí? -la voz adormilada de Ashley provocó un escalofrío en Jake.

Como si fuera la mismísima Dolores de Encanto, Jake agudizó el oído hasta donde le fue posible, tratando de captar cualquier señal que indicara la ubicación de la rubia. No había escuchado el típico crujido de la madera en las escaleras, y el eco en su voz le daba una pista clara, determinó de esta manera que Ashley no había bajado y aun se encontraba en el primer piso. Sintió cómo la presión en su pecho disminuía y dejó escapar un largo suspiro de alivio.

Se volvió hacia Hunter, listo para susurrarle su deducción al oído, cuando de pronto vio algo familiar brillar en los ojos azulados del chico. No hacía falta conocerlo a la perfección para saber lo que significaba ese brillo. Era el mismo que había visto cuando se recostó en su regazo por primera vez, cuando lo besó, y también cuando decidieron lanzarse a tener sexo en la putísima cocina. Lo sabía, aquel destello curioso en la mirada ajena solo significaba una cosa: Hunter estaba a punto de hacer algo imprudente.

Antes de que Jake pudiera unir los cabos, sintió cómo el sudor frío le recorría la espalda. "Por favor, no lo hagas", quiso decirle con la mirada. Pero era tarde. Una embestida le quitó el aire de los pulmones a Jake, sintió su mandíbula tensarse para ahogar un gemido ronco y sus ojos se cristalizaron otra vez. A diferencia de lo anterior acontecido, aquella embestida fue lenta pero dolorosamente profunda. Si antes se sentía lleno, en ese maldito momento estaba desbordado. Maldijo por lo bajo a Hunter pero antes de que pudiera atinarle un puñetazo en la cara escuchó la madera de las escaleras crujir.

-¿Jake?- lo llamó nuevamente la vaquera.

Jake supo que debía actuar rápido. Si Ashley notaba que, una vez más, tardaba en contestar, interpretaría que algo malo había ocurrido, bajaría las escaleras y sería el fin para ambos. Tomó aire y carraspeó, tratando de controlar mejor su voz.

Pijamamada (HUNTAKE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora