La espinillera rosa con la pista cuando llego la primera curva. Logro equilibrar la moto antes de alcanzar otra vez una mayor velocidad.
Miro de reojo a Bayron antes de soltar un suspiro de fastidio.
Me decepciona un poco el imbécil, no estamos alcanzando ni la mitad de la velocidad con la que mayormente corro.
El dolor en mis brazos no tarda en aparecer sintiendo como si hubiera pasado una ruptura amorosa y el dolor físico es la mejor sensación en el mundo para olvidar.
Me pesaba un mundo la moto, pero no podía detenerme. No podía perder contra ese idiota.
Bayron intenta seguirme el ritmo, pero se retrasa un poco cuando alcanza la segunda vuelta.
Dos. Solo dos más.
Agarro las dos curvas siguientes. Los demás corredores nos llevan bastante distancia, aunque no les tomo importancia. Los gritos de las personas suenan como mosquitos celebrando cada vez que pasamos por su lado.
Bayron se acerca, pero le paso otra vez. El maldito intenta chocarme para hacerme perder el control, pero acelero haciendo que casi pierda el equilibrio por intentar chocarme.
Una risita sale de mis labios cuando nos acercamos a otra curva. La espinillera se desliza en la pista antes de recuperar la postura volviendo a aumentar la velocidad.
¡Me duele todo! Siento que pasé por ocho divorcios cada vez que hago lo imposible por no matarme en una curva.
Al tener la suspensión demasiado baja es más difícil de manejar. Odio bajar estas cosas, pero es mejor que mis pies toquen el suelo a que mi boca le regale un beso.
Los demás corredores se detienen siendo el canto de todos los espectadores al surgir un ganador.
Ni idea de quién fue, pero el presentimiento de cierto rubio me hace formar una sonrisa cuando lo ubico quitándose el casco antes de sentir su mirada en milésima de segundos.
Mierda.
La sonrisa se evapora.
Pasamos por su lado ya que, aún, nos falta una vuelta. Bayron en algún momento me pasa. Aumento la velocidad llegando a una curva antes de pasarla. La espinillera choca contra el suelo otra vez, la mayor parte de mi cuerpo está en el aire. La moto me pesa más que las mancuernas en el gimnasio, pero de casualidad, no pierdo el control.
¡De casualidad! ¡Por qué eso no fue suerte!
Me logro normalizar antes de atravesar las otras tres curvas. Bayron se mantiene a la par, la meta está casi cerca de nosotros.
Le miro formando una sornisa al ver como capto su atención.
Bien, se acabó el juego.
La moto pesa demasiado, pero solo me queda una curva para ganarle.
Al tener la vista fija en mí, aún no se ha percatado que estamos perdiendo velocidad.
Suelto el timón volteando levemente mi cuerpo a su dirección. La velocidad disminuyó un poco mientras finjo estar apuntándole con una pistola con la mano derecha, a la vez que el brazo izquierdo sirve de soporte mientras lo coloco frente a mi rostro fingiendo que es un arma, y disparar.
¿De verdad pensaste ganarme en una carrera?
Él se queda mirando lo que supongo que embobado ya que no puedo ver su expresión, pero suelto una carcajada antes de mirar al frente agarrando el timón y doblar de golpe dejando todo mi cuerpo al aire, casi chocando contra el suelo al tener la curva ahí mismo.
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Un Mes a tu Lado
RomansaEl amor no existe, solo trae dolor, problemas y sufrimiento. Esa se volvió en la nueva frase de Sharon tras sufrir una ruptura amorosa en una relación de años. ¿Qué pasaría si la idea loca de irse de vacaciones cambia esa perspectiva? ¿Qué pasaría...