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Los días pasaban y la inquietud dentro de mí crecía. Desde que Yoongi me dijo que me alejara de Jungkook, este empezó a actuar de forma aún más extraña. Ya no me miraba en los pasillos, evitaba el contacto visual en las clases y, lo más doloroso, me ignoraba como si no existiera.

El Jungkook que creía conocer parecía haberse desvanecido.

Cada vez que intentaba acercarme a él, había una barrera invisible, un frío muro entre nosotros que no entendía. Había momentos en los que ni siquiera respondía a mi presencia. Sabía que algo andaba mal, pero ni Yoongi ni él querían explicarme qué estaba ocurriendo.

Intentaba centrarme en lo que Yoongi me había advertido:  "jungkook no es lo que piensas."

Sin embargo, la angustia y la incertidumbre me consumían. No podía quedarme de brazos cruzados.. Especialmente después de la visión que tuve, aquella donde Yoongi estaba tendido en el suelo, vulnerable y malherido. Esa imagen seguía rondando mi mente, pero cada vez que intentaba confrontarlo al respecto, él solo me evadía, cambiando de tema o desviando la conversación.

No obstante, era Jungkook quien realmente me preocupaba.  A pesar de la distancia que él estaba imponiendo, mi instinto me decía que algo terrible estaba sucediendo, algo que no podía ignorar.

Esa tarde, después de clases, decidí intentarlo una vez más. Sabía que no podía rendirme. Si algo estaba sucediendo con Jungkook, yo debía saberlo.. No podía simplemente quedarme fuera de todo..

Me acerqué a él cuando estaba sentado solo, en el borde de uno de los bancos cerca del jardín. A pesar de que la academia siempre estaba envuelta en sombras, ese lugar en particular tenía un aura aún más apagada. Parecía casi muerto.

—Jungkook... —lo llamé con voz suave, intentando no sobresaltarlo. Pero él no respondió, ni siquiera levantó la vista para verme.

Tomé aire, decidida.

—Sé que algo te está pasando —continué, mi voz apenas era un susurro—. No eres el mismo. Y sé que Yoongi me pidió que no me acercara, pero no puedo hacerle caso si eso significa dejarte así.

Finalmente, después de lo que parecieron eternos segundos de silencio, él habló.

Hazle caso a tu amigo.. __—el solo apartó la mirada sin decirme nada más—No puedo hacer eso.. sabes que..yo

—No te metas —su tono era bajo, cortante, casi ausente. Me dolió demasiado. Esa frialdad no era propia de él. Su forma de hablar, la la forma en la que me solía mirar, todo eso parecía haber desaparecido.

—Pero Jungkook... —intenté acercarme, pero él se levantó bruscamente y se alejó, dejándome allí sin una sola explicación.

Lo observé caminar hacia el edificio principal, mis manos temblaban de impotencia. Sentí que estaba perdiéndolo y no sabía cómo detenerlo. Esto no podía estar bien. Algo estaba pasando y me está empezando a molestar, no podía hacer nada, ya que Yoongi no me dejaba ayudar.

Suspire y decidí dirigirme hacia el comedor.

—¿Todo bien? —escuché una voz detrás de mí y me giré rápidamente. Era Seokjin. No había notado que estaba cerca de mi.

—Ah... sí, estoy bien —mentí torpemente, tratando de disimular mi frustración.

Seokjin sonrió, una sonrisa que me pareció genuina, como si realmente estuviera preocupado. Era raro cómo, en medio de todo, él parecía ser el unico que me entendía.

—Pareces algo alterada, __. He notado que las cosas entre tú y Jungkook están un poco tensas —comentó casualmente, aunque sus ojos estaban fijos en mí, como si estudiara cada una de mis reacciones.

Sentí un nudo en el estómago, no solo por lo que estaba ocurriendo con Jungkook, sino porque no sabía si podía decírselo abiertamente a Seokjin.  A pesar de eso, las palabras salieron solas.

—Sí... es complicado. No sé qué le pasa. Simplemente se está alejando y Yoongi... —me detuve, recordando que Yoongi me pidió que no hablara de más.

—¿Yoongi también está involucrado? —preguntó Seokjin con un tono curioso, pero no insistente.

Suspiré, cansada.

—Es que... siento que me están ocultando algo —admití, finalmente—. Yoongi me dijo que no me acercara a Jungkook, pero no me dio explicaciones. Y Jungkook simplemente me ignora. No puedo quedarme al margen.

Seokjin frunció el ceño, como si reflexionara profundamente sobre lo que acababa de decir. Luego, con un aire de complicidad, dio un paso más cerca.

—Quizás lo que está ocurriendo no tiene que ver contigo directamente —sugirió, su voz era suave y tranquilizadora—. A veces, las personas están luchando con sus propios demonios y no saben cómo compartirlo. Pero si necesitas hablar, ya sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad?

Me quedé mirándolo por unos segundos, sintiéndome agradecida por su cercanía. Seokjin siempre había sido amable, nunca invasivo. Y en medio de toda la confusión, su presencia parecía ser la única constante.

—Gracias, Seokjin. De verdad lo aprecio —respondí, con una sonrisa débil, sintiendo un alivio momentáneo por tener a alguien con quien hablar de todo esto.

—No te preocupes —dijo él, con una leve sonrisa—. Si Jungkook sigue actuando de esta forma, tal vez es mejor darle algo de espacio. A veces, cuando intentamos forzar algo, solo lo empeoramos.

Sus palabras me hicieron dudar, pero tenían sentido. Quizás debía retroceder un poco. Quizás darle a Jungkook el espacio que necesitaba sería lo mejor. Pero aún así, algo dentro de mí seguía gritando que no debía alejarme del todo tan fácilmente.

Agradecí de nuevo a Seokjin y, tras intercambiar algunas palabras más, me dirigí hacia mi habitación.

Esa noche, mientras me tumbaba en la cama, las imágenes de la visión que había tenido sobre Yoongi volvieron a mi mente. Él en el suelo, sangrando, indefenso. Era un cuadro que no lograba borrar de mi cabeza. Pero ahora, con lo que estaba sucediendo con Jungkook, sentía que ambos estaban en peligro y no sabía cómo actuar.

¿Qué tenía que ver mi visión con todo esto? ¿Acaso esa oscuridad que rodeaba a Jungkook estaba relacionada con lo que vi en Yoongi?

Mis pensamientos estaban en caos, decidí relajarme un poco y empezarle a escribir un carta nuevamente a mi querida amiga yuna.—mañana lo descubriré, quizás.

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Perdón si está corto, he estado ocupada estos días 🥲

Çerø a la įzquįerdą |Jungkook y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora