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Cuando reconoció aquella profunda voz y aquella destacada silueta que se posó cerca de la barra, no pudo hacer otra cosa más que agacharse para no ser visto.

¿Era real? ¿O ya estaba alucinando de tanto pensarlo? Es decir, de pensar en lo que había pasado aquella noche de fiesta y todo eso. ¿Cómo era posible que que estuviera él aquí? ¿Acaso ahora lo estaba acosanddo? ¿O ya de plano estaba alucinando? Queriendo que esta última conclusión sea la real, vuelve a levantar su cabeza lentamente, buscando con la mirada la cabellera azabache, suspira exageradamente aliviado cuando el Uchiha no se encuentra en su campo de vista, y se desparrama en el asiento. Aunque deberia ser igual o más preocupante el hecho de que ya incluso esté alucinando con él, pero ese era un problema para después.

—¿Se te perdió algo? —. Pegó un brinco y un pequeño grito de sorpresa al escuchar aquella voz a su lado, llamando la atención de un par de personas que se encontraban a su alrededor. La expresión divertida de Itachi era algo nuevo para él, pero no podía concentrarse en ella por el susto que se estaba llevando.

—¡Bastardo! —. El insulto se le salió junto al susto, lo cual hizo al mayor soltar una pequeña risa, ¿enserio estaba alucinando? En todo este tiempo no creía haberlo visto sonreír, excepto por aquella vez que... Bueno, definitivamente sólo sonreía cuando se trataba de torturarlo.

—¿Esa es forma de saludar a tu queridísimo cuñado? —. El ojionix continuó con su mofa hacia el rubio, quien de sólo escuchar "queridísimo cuñado" sintió un escalofrío recorrer su espalda. Ni siquiera sabía cómo reaccionar, incluso tardó unos momentos antes de comenzar a cuestionar.

—¿Qué haces tú aquí? —. Aún sintiéndose un poco reacio a la presencia del mayor, como si de repente los papeles se hubieran invertido.

—Me recomendaron este lugar hace un tiempo, ¿quién diría que justo hoy me encontraría contigo aquí? ¿será el destino? —. Esta nueva faceta era una extraña, el bocón de Naruto se encontraba sin palabras. Incluso más cuando el Uchiha se tomó la libertad de sentarse a su lado, sin siquiera esperar a que dijera algo.

—Espero no haberlos hecho esperar demasiado —. Un par de tazones de ramen colocándose frente a ellos interrumpió la escena, junto a la sonriente castaña que se los traía, no tuvo ni tiempo de hacer un sólo reclamo. Naruto aún no sabía ni cómo reaccionar, por lo que sólo atinó a voltear a ver a la mujer, quien parecía fascinada con el adonis de Itachi, quien esbozaba una leve sonrisa amable de vuelta, a lo que tampoco sabía cómo sentirse exactamente —Que lo disfruten chicos, provecho —. Agregó, antes de retirarse, esta vez dirigiendo su mirada a Naruto, con un gesto que no sabría cómo interpretar pero que parecía indicar picardía.

Lo desconcertó un poco más cuando la castaña guiñó uno de sus ojos mientras el Uchiha no le prestaba atención, recordando entonces todas las veces que había ido al restaurante a verborrear sobre su interés amoroso, Sasuke, y todas las veces que había prometido traerlo a probar el gran ramen que preparaban en este lugar. Aunque eso hasta la fecha no se había podido cumplir, ¿será que...? ¿Ayame pensaba que Itachi era Sasuke? Se sintió nervioso de sólo pensarlo y el calor llegó hasta sus orejas de la vergüenza, ni siquiera tenía modo de aclarar el posible malentendido y no sabía qué era peor.

—¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el gato? —. Una nueva burla acompañada de la intimidante mirada del mayor lo hizo volver a la realidad, provocando un nuevo sobresalto lo cual parecía satisfacer a su inesperado acompañante.

—Yo- tú- —. Las palabras tropezaban de su boca sin poder evitarlo.

—¿Nosotros? —. E Itachi parecía estar teniendo el mejor momento, totalmente entretenido por la forma en que podía poner al rubio.

own. ITANARUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora