Encontrándose con el pequeño búho

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Notas:

- A partir de este punto el fic está dedicado a pequeñas escenas que se dan en el transcurso de Ace Attorney: Dual Destinies. En el caso de este capítulo se trata del segundo caso "El Caso Monstruoso" durante el primer día de investigación. Básicamente mi idea es tomar un gameplay y las escenas o mini-escenas que se me ocurran en el transcurso de una parte serán las que aparezcan en este fic.

- ¿Reescribir todo el juego? Eso es para un alma más fuerte y con más tiempo que la mía.

- Aunque estoy usando un gameplay para refrescarme la memoria, lo que escribo es más hecho en base a lo que yo recuerdo que otra cosa, así que puede que aquí y allá haya inconsistencias.

Ahora sí, al lío.

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17 de abril 2028 - Camino del Yokai

- "Ahhhh, que agradable poder estirar las piernas y respirar aire fresco. Juro que cuando salga de la cárcel voy a hacer otro viaje por el mundo, esta vez por puro placer. Uno no aprecia estas cosas cuando las tiene" - pensó Des inhalando una bocanada del aire fresco que rodeaba a la Villa Nueve-Colas y soltándolo en un suspiro relajado. - "Ahora, ¿A dónde se ha ido Foolbright? ¿Se ha adelantado hasta la mansión sin mí? Vaya guardia más atenta" -

Miró entorno intentando dar con la figura vestida en blanco del "detective" sin verla en las cercanías.

- ¿Será esto una prueba? - murmuró por lo bajo para sí mismo - No soy tan idiota para salir corriendo con estos puestos - jugueteó con las mangas de su traje, debajo de las cuales se encontraban los brazaletes que le darían una buena descarga (además de llamar a la policía) si se alejaba más de 2 metros de la zona asignada - "Y ni aunque no los tuviera" -agregó en su mente; jamás se perdonaría así mismo si sus sospechas eran correctas y dejaba a Blackquill en compañía de ese monstruo.

Que por cierto, el samurái no estaba exactamente feliz con él, al parecer había interpretado su pedido de ayudarlo en sus investigaciones como alguna clase de serpentino plan de su parte para escapar y nada de lo que había dicho lo había convencido de lo contrario, echando a perder el buen humor entre ellos después de su duelo de esgrima (que lamentablemente tampoco se había vuelto a repetir). La única razón por la que había aceptado su propuesta es porque quería ver sus desconfianzas confirmadas y poder castigarle personalmente (no podía decir que no entendía de donde le venía al hombre, pero, geez, no le haría daño no asumir lo peor desde el principio).

Al final Ruffles había dado permiso y Foolbright había estado de acuerdo.

Así que aquella investigación era como una especie de prueba. No solo de si era de confianza o no, sino también de si era de utilidad como investigador y compañero, así que más le valía dar todo de sí en el trabajo, empezando por dirigirse a la escena del crimen.

- ¡Ya le dije que no soy una estudiante! - una voz femenina, estridente y llena de enojo se dejó escuchar, rompiendo sus cavilaciones.

Al voltear, se encontró con uno de los múltiples oficiales desperdigados por la villa y a una chica joven, tal vez de unos diecisiete o dieciocho años, de encendido cabello rojo en una coleta larga y un llamativo traje a amarillo y blanco. El oficial parecía estar conteniendo un dolor de cabeza y la joven tenía una expresión que haría pensar que estaba dispuesta a arrancar dedos a mordidas.

- ¿Cuál es el problema, constable? - preguntó, no pudiendo dejar de lado su curiosidad y su, sinceramente terrible, impulso de ayudar cada vez que se trataba de alguien joven.

The Long Road To FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora