Japón se hunde (Harou Koga)

8

(...) En el capítulo anterior.

/Narra Koga\

Cuando termine de hablar, tomo mi camisa y me acerco más a él, comenzando así, un nuevo abrazo.

Nos quedamos así un rato, a pesar de ser solo un pequeño niño, sabe cómo mantener la calma en estas situaciones....y como subirme el animo. Ran tiene razón, no ha pasado mucho tiempo, ella a de estar bien....solo tenemos que ser más listos y rápi....

¿Qué es eso?

-koga...

Suena lejos, pero a la vez cerca...

-Ran!..

Esa voz....

-¡Koga! ¡Ran!

Levanté la cabeza y gire a mi derecha, era ella...quería correr y abrazarla, pero la felicidad y la sorpresa de que ella estuviera aquí, azotaron mi cuerpo impidiendo que moviera mi cuerpo.

No sé en qué momento, pero, tomé a Ran entre mis brazos y fui caminando hacia ella, cada paso que daba era como un sueño. 1, 2, 3, 4 pasos fueron los que di para empezar a correr ese pequeño tramo de distancia que había entre nosotros, no pare hasta que estuvimos lo suficientemente cerca como para abrazarnos y caer de rodillas debido a eso.

Ahí estaba ella, abrazando a Ran mientras ambos lloraban y también estaba yo, abrazando a ambos como si fuera lo último que haría. No quería soltarlos. Que ella estuviera aquí con Ran y conmigo es como una ilusión.

Poco a poco me fui separando del abrazo para poner mis manos en sus mejillas para admirarla y asegurandome de que estuviera bien, hay me di cuenta de que sus ojeras estaban un poco más marcadas y que tenía la misma ropa que el día anterior.

Koga: Estas aquí...-sentía como mis ojos se ponían cada vez más llorosos- Estas bien...estas aquí y esta bien...-para ese momento ya me encontraba llorando mientras una sonrisa se mostraba en mis labios- Gracias a todos los dioses, sabía que estarías bien, pero tenía miedo.

Ella está igual que yo hace unos minutos, simplemente me miraba a la cara y sonreía a la vez que ponía una de sus manos en mi mejilla.

TN: Estoy bien...al igual que tú....tuve tanto miedo al llegar a casa y no encontrar a Ran, y el no saber de ti, de si habías vuelto o si seguías con tu madre -hablaba rápido, casi tratándose con las palabras-...

Pero al ver que baje la mirada cuando nombro a mi madre, hizo que se callara y se entristeció...

TN: Koga...tu madre...ella...-solo le di una mirada, la cual entendió- no...no...

Bajo la mirada y se echó a llorar de nuevo mientras apretaba el agarre de nuestro abrazó. Unos minutos después, ya todos nos encontrábamos más tranquilos.

La ayude a ella y a Ran a pararse mientras le secaba las lágrimas. Ran la seguía abrazando, aunque solo sus piernas.

TN: Los estuve buscando... fui a la casa y cuando no los encontré...yo...-volvió a soltar lágrimas.

Koga: Está bien...está bien... estamos bien- puse mis manos en sus mejillas y las acaricié suavemente -. Ya estamos juntos y no nos volveremos a separar...¿Okey?

Ella asintió lentamente, puso sus manos sobre las mías y las quitó de sus mejillas, en cambio, me tomó del rostro y lo acercó al suyo comenzando un beso.

El beso no era apurado o demandante, al contrario, era tranquilo y dulce, demostrando el alivio que sentía.

Cuando nos separamos, juntamos nuestras frentes y nos quedamos así un momento.