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/Narra TN\

Después de ese pequeño momento, nos tomamos unos segundos para detener el sangrado de nariz de la señora Mari y de manera rápida y conjunta decimos llevarnos el camión del tipo. No somos malas personas, así que le dejamos algunas de sus cosas y nos fuimos los más rápido posible.

Esta vez, la señora Mari y Go fueron en la parte de adelante. La señora Mari había insistido en que Ran fuera con ellos, pero él se negó incluso a soltarme, por lo que se fue con nosotros en la parte de atrás. El viento frío no ayudaba mucho con la ropa corta que él llevaba, así que saque una de sus sudaderas que llevaba en la mochila y se la coloque. El ambiente ahora era más relajado que antes.

Nanami: Me siento...revitalizada. -Sonreía mientras levantaba su puño.

Ayumu se confundió al inicio, pero terminó por darle una sonrisa. Mire la mano de Nanami, tenía varios rasguños y moratones en ella. De mi pequeño bolsito saqué unas vendadas y se las pase.

TN: Ten, te serán de ayuda.

Nanami: Gracias. -Las tomó y se las fue poniendo en sus manos. -Por cierto, ¿Como te encuentras?

TN: Bien, de algo me tenían que servir las clases de defensa. -Sonreí de manera burlona. 

(...)

Ya habían pasado unos 2 horas antes de que el camión se detuviera. Y poco después la señora Mari bajó y vino con nosotros.

Mari: Hasta aquí llegamos. Estaremos en la intemperie.

Entre todos nos miramos y ninguno parecía tener un plan para ahora. Así que dije lo que me parecería más lógico en esta situación.

TN: Quedémonos aquí por ahora, sería peligroso caminar en la oscuridad y los niños deben estar cansados. -Miré a Ran y este ya se encontraba en el quinto sueño, al igual que antes, se encontraba recostado en el pecho de Koga al lado izquierdo, mientras que yo estaba al lado derecho. -Al amanecer comeremos algo y seguiremos con el camino.

Ayumu: ¿Y que comeremos? No se si lo olvidas, pero no encontramos comida en ninguna parte.

Su tono brusco me hizo mirarla. Se que no le agrado, pero su actitud conmigo se está volviendo cada vez más molesta y me provoca querer recurrir a la violencia... Hasta que me acuerdo que es menor que yo y se me pasa.

TN: En mi mochila hay comida, les he ido dando a todos algo en ciertos momentos para que recuperen fuerzas. -Aunque su rostro mostraba que seguía "molesta", se calmo y ya no hablo. -Señora Mari, tengo algo de ropa en mi mochila por si Go tiene frío.

Mari: Gracias, TN. Pero no creo que sea necesario, a Go le da calor en la noche y prefiere dormir así.

La señora Mari me dio una sonrisa amable antes de volver a la cabina del camión. Ya nadie dijo nada y cada quien se acomodó en donde estaba para dormir. Me apoye en Koga y el paso su brazo por mis hombros y me estrechó aún más contra el.

(...)

A la mañana siguiente, apenas salió el sol despertamos y nos reunimos todo aun costado del camión. Tenía mi mochila en el piso y empecé a rebuscar en él, y de apoco fui sacando algunas latas de comida, dulces y un poco de fruta que no se echa a perder tan rapido.

TN: Escojan lo que quieran, pero seria bueno que hagamos durar lo que más se pueda la comida y comer lo que venza antes, al menos hasta que encontremos algún lugar donde haya comida.

La mayoría asintió y todos tomaron una lata para empezar a comer, algunas veces compartiendo lo que tenían para probar otras cosas. Por mi parte tome dos naranjas y de ves en cuando, le daba un gajo a Ran o a Koga. Aunque este ultimo era mas difícil que lo recibiera y terminaba el dandome de lo que estaba comiendo. 

Japón se hunde (Harou Koga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora