Entre disparos y deseo ( Un viaje a la lujuria )

Capítulo 12

                                      Problemas

Harold

Me bajo del auto y me adentro en la casa, lo primero que veo es a  Dorotea quien se acerca con una enorme sonrisa a recibirnos.

—Buenos días señor Harold ¿Cómo a estado?

—Muy bien Dorotea.

—¿Quieren que les prepare algo para comer?.

—Yo estoy bien gracias, si Fiorella quiere algo puedes hacérselo.

Les di un asentamiento a las dos y me dirigí hacia la oficina, tome asiento y empecé a revisar algunos papeles importantes, recibí una llamada en mi teléfono, lo tomé y vi que era de mi padre, colgué la llamada y dejé el teléfono a un lado para seguir con lo que estaba, volvió a sonar y descolgué la llamada de un solo.

—Si no te contesto es por qué no quiero hablar contigo — Dije exasperado.

—¿Lo siento?— Escuché la voz de Yakol al otro lado de la línea.

—Disculpa creí que eras alguien más.

—Bueno según tu condición no quiero molestarte mucho, solo te quería avisar que ya tengo tu anillo listo — Me informó.

—Me parece perfecto.

—Dentro de unas horas estará en tu poder.

—Gracias

Colgó la llamada dejándome en el aire, guardé el teléfono y seguí con mi trabajo, el teléfono volvió a sonar con otra llamada de Yakol fruncí el ceño y contesté.

—Creí que no querías molestar mucho — Dije sarcásticamente.

—Tenemos problemas.

Todas mis alarmas se activaron cuando dijo esas palabras.

—¿Qué sucede?— Pregunté.

—¿Recuerdas a Farid Idris?.

—Por supuesto que sí — Me afloje la corbata recordando mi historia con él y su familia.

—Te están buscando para matarte, quieren desaparecer todo lo que tenga que ver contigo. Se unió con Maxwell y el estúpido de Benetto,  y con un tal Damon, escuché que dentro de 24 horas van a lanzar un satélite que destruirá toda Rusia, pero si les entregas a una tal Fiorella cancelarán todo—Sentí como el color abandonó mi rostro después de esas palabras.

—A la mierda todos, no la voy a entregar —Dije con seguridad en mi voz.

—¿Prefieres que destruyan toda Rusia a entregar a esa?—Preguntó.

—Claro que no destruirán Rusia, es mi hogar y primero me matan a mi antes que lo destruyan.—Dije con enojo.

—¿Y qué piensas hacer? Si no la entregas en menos de 24 horas toda Rusia estará destruida.

—Voy a detener ese maldito satélite — Aseguré.

Colgué la llamada sin esperar una respuesta, me puse de pie y lo primero que hice fue salir de la oficina, entre a la habitación de Fiorella sin tocar, ella estaba con un libro en las manos.

—Nos vamos dentro de 10 minutos — Ella me miró con confusión — Toma lo más importante, luego te explico.

Salí de la habitación y entré a la mía, agarré una mochila y metí ropa adecuada para estos días, me acerqué a la caja fuerte y tomé todos los fajos de dinero que tenía. Tome otra maleta y la llene con todo tipo de armas y balas que tenía.