Capitulo 13

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                            Una parte de mí duele

Harold

Abri mis ojos un poco, me puse de pie y con las pocas fuerzas que tenía saqué una botella de agua de mi mochila, me la bebí entera y me quedé unos segundos recuperando fuerzas.

Vi mi reloj y ya había pasado la hora, me puse de pie y sacudí mi cabeza, mi vista se nubló por unos segundos, recogí mi mochila y salí a la carretera, a lo lejos vi un hombre en una moto, le hice una seña para que se detuviera, él se detuvo y se bajó de la moto.

—¿Estás bien amigo?— Preguntó mientras se quitaba el casco.

Le solté un puñetazo que lo mandó al suelo.

—Ahora lo estoy — Tome el casco del suelo y me lo coloqué.
 
Me subí en la moto y salí corriendo para poder alcanzar el auto en el que se habían llevado a Fiorella. Lo único que pude suponer en ese momento es que si ya habían soltado el satélite, se dirigían hacia el aeropuerto de Maxwell.

Llegué al aeropuerto y lo primero que vi fue como un avión para paracaidistas iba despegando, aceleré en la moto hasta donde daba para alcanzar el avión, lo alcance cuando ya estaba despegando, me impulse hacia arriba y  salté de la moto, logré agarrarme de un tubo que iba en la parte de la rueda, mire hacia abajo como nos íbamos alejando cada vez más del suelo.

Me acerqué a una pequeña ventana que había, y vi cómo estaba Fiorella sentada habían más hombres alrededor de ella, vi como sus ojos se fueron hacia la ventana y conectaron con los míos.

Su rostro era de sorpresa absoluta, le guiñé un ojo y le hice una seña para que abriera la puerta, se puso de pie y todos los ojos se fueron directamente hacia ella, presionó un botón que abrió la puerta, me acerqué hasta ella y como pude me metí, Fiorella empezó a pelear con todos para que no me disparan.

Una vez estuve dentro empecé a pelear con todos lo que estaban ahí presentes, tiré a dos por la puerta que salieron volando. Uno me golpeó la espalda que hizo que cayera al suelo atorado, sentí como el aire no llegaba a mis pulmones del fuerte golpe, Fiorella siguió peleando con ellos, di una respiración profunda y me puse de pie.

Le di una patada a uno de ellos, y lo tomé de la cabeza quebrando su cuello, uno le dio una patada a Fiorella que la mandó al suelo, era el último que quedaba, le di un fuerte golpe en el rostro que lo mandó al suelo, le propiné unas patadas y luego lo agarré de la ropa y lo lance por la puerta.

—¿Dónde está Maxwell?— Pregunté mientras le daba una mano.

— Está en la cabina— Señaló la cabina.

Asentí y me dirigí hacia la puerta, estaba por dar el tercer paso cuando Maxwell salió y me apuntó con una arma, soltó un disparo que esquivé, miré como su rostro se puso pálido viendo un punto detrás de mí.

Me giré y el color dejó mi rostro, Fiorella tenía sus ojos puestos en mi, bajo su vista hasta su vientre y se llevó una mano, vi como la sangre empezaba a salir de su vientre.

—No— Fue todo lo que salió de mi boca.

Ella se dejó caer hacia atrás, calló de culos y se deslizó por la puerta abierta, inmediatamente corrí y y me deslicé por la puerta, Fiorella calló y por un milagro logre sostener su mano, sus ojos azules llenos de lágrimas conectaron con los míos de una manera única.

Miré hacia atrás donde Maxwell tenía una mirada indescifrable, me fijé que mi pie estaba enredado a una cuerda que nos mantenía vivos, si esa cuerda se soltaba estábamos muertos.

Mire a Fiorella que levantó su otra mano y se agarró de mi mano, la miré con temor, ya que yo sabía que no era capaz de poder levantarla si los dos estábamos casi colgando de un maldito avión que iba a unos 100 metros del suelo.

Entre disparos y deseo ( Un viaje a la lujuria )Where stories live. Discover now