The Beginning part I: The Devil

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Toledo, diciembre del 2011

Don Damián de la Reina era un hombre de familia, católico practicante, preocupado por el bienestar de los trabajadores comprometidos, con un profundo amor a su país, con una escala de valores envidiable, amante de las viejas tradiciones españolas incluida la tauromaquia, admirador de Franco, acérrimo enemigo de quienes defienden atrocidades como el aborto y la ideología de género. En resumen, un hombre recto de valores familiares. Al menos, así era como se veía él a sí mismo. Solo no militaba en el Partido Popular porque su posición como empresario podía verse comprometida si militaba en algún partido político.

Por eso, cuando el investigador privado que había contratado para seguir a su hija le contó lo que había descubierto, después de la rabia, decidió la mejor forma de evitar un escándalo y sanar a su hija. Tomó el teléfono y llamó a Jaime Berenguer padre, un viejo amigo de juventud y le explicó lo conveniente que podía resultar para ambas familias si su hijo Jaime conocía a su hija. Después de esa llamada telefónica, llamó a su hijo Jesús y a su secretaria para explicarles que le había surgido un asunto impostergable en Madrid así que le tenían que suspender todas las reuniones que pudiera tener en el resto del día.

Unas horas después llegaba a Madrid y golpeaba la puerta del apartamento de Marta

Fina había salido a la universidad hacía no más de 20 minutos, iba tarde por que la "despedida" se había tardado más de media hora y varias veces. Salió corriendo después de escapar de Marta y dejarle un beso atolondrado. En la carrera se había ido sin las llaves así que Marta asumió que era ella cuando fue a abrir la puerta.

La sonrisa se le borró del rostro apenas vio al hombre en su puerta.

Como siempre don Damián no esperó una palabra de ella y entró, finalmente todo lo que había tras esa puerta era su propiedad, para que pedir permiso.

"Hola Marta ¿como estás?" habló mientras caminaba hacia el living

Miró con disgusto la decoración donde se podían apreciar diversas piezas de arte de dudosa moral junto con dibujos a carboncillo que asumió debían ser de Andrés.

"Padre que sorpresa!, si me hubiese avisado habría ordenado un poco" le dijo nerviosa.

Estaba nerviosa, primero porque era absolutamente impropio de Damián de la Reina aparecerse sin anunciarse y segundo porque en cada rincón del apartamento había cosas de Fina, cosas que podían delatarlas y no quería ni imaginar lo que pasaría si él las descubría.

"Mira Marta no tengo tiempo que perder así que no me andaré con rodeos. He hablado con Jaime Berenguer mi amigo de la universidad y hemos acordado que la próxima semana viajes a Toledo para que conozcas a su hijo que tiene tu misma edad y ya pronto se titulará de medico"

Marta lo miró sin entender y le preguntó

"Y por que tendría que conocerlo?"

"Pues porque ambos pensamos que sería bastante bueno para todos que os conozcáis y bueno, que de aquí a un par de años se casen"

Marta no podía dar crédito a lo que oía. Sabía que su padre era un conservador de mierda, pero esto superaba con creces cualquier cosa imaginable.

No pudo evitar reírse, pero cuando vio el semblante serio e impasible de su padre el miedo se le instaló en el estómago.

"Está bromeando verdad?"

"No, ni por un momento. Ya te dije que no tengo tiempo así que déjame ser claro contigo. Vas a terminar lo que sea que creas que estás haciendo con la hija de Isidro ahora mismo. Vas a olvidarte de ese sinsentido... no quiero ni saber con qué clase de... pervertidos te relacionas ahora, pero vas a volver a la familia, a los valores que te he enseñado siempre y vas a dejar toda esta tontería atrás"

Marta procesaba sus palabras y no sabía si reír o llorar, pero después de unos momentos de silencio no tuvo dudas de su respuesta.

"Perdóneme padre, pero no, de ninguna manera... Sé que usted nunca lo entendería, pero esta es mi vida y usted no tiene derecho a intervenir de esta manera"

"Creo que no estas entendiendo Marta, no te estoy preguntando nada, esto ¡ES LO QUE VAS A HACER!"

"USTED ES EL QUE NO ENTIENDE!!! ¡NO! ¡¡NO VOY A DEJARLA Y MENOS CONOCER A NADIE!!"

"SI LA VAS A DEJAR! ¡¡¡Y AHORA MISMO!!! ¡SI NO ME VAS A OBLIGAR A TOMAR OTRAS MEDIDAS!"

El silencio cubrió el departamento y a cada segundo se hacía más pesado.

"No me obligues Marta, Isidro es alguien a quien aprecio mucho, y me daría mucha pena tener que despedirlo... pero más pena me daría tener que destruir su sueño de tener una hija universitaria... Sabes muy bien que los rectores de cada universidad de este país están en mi lista de contactos en mi teléfono personal, no me hagas llamarlos y destruir los sueños de Isidro..."

No podía dar crédito a lo que oía, pero a la vez no estaba sorprendida

Las imágenes de su vida con Fina, sus sueños de futuro, su pasión por su carrera...su amor, sus manos, su olor...todo pasaba por su mente mientras tomaba el peso de las palabras de su padre... ¿que podía hacer? ¿Como salir de ahí sin perderla para siempre?

"Y ni se te ocurra pensar en salir de España, tus cuentas quedarán bloqueadas y personalmente me voy a encargar que nadie absolutamente nadie te contrate nunca..."

Las lágrimas se amontonaron en sus ojos y los cerró igual que sus puños.

¿Por qué?... porque tenía que pasar esto? ...por qué??? por qué???!!!!...quería volver atrás en el tiempo a esa mañana cuando ella simplemente no había sido capaz de salir de sus brazos...

Y entonces se dio cuenta... don Damián de la Reina jamás iba a permitirlo... nunca, ni siquiera si ella renunciaba a su lugar en la familia, ni siquiera si renunciaba al dinero y la posición. El JAMAS iba a permitir una mancha como esa en SU familia, y pudo verlo cumpliendo su promesa y haciendo un par de cosas peores, mucho peores. Después de todo, nadie estaba muy seguro de que el accidente de Gervasio Merino que le había entregado definitivamente toda la fortuna a Damián, hubiese sido realmente un accidente.

El escalofrío recorrió su espalda cuando entendió que lo único que podía hacer era lo que sabía destruiría su propio corazón para siempre sin posibilidad de reparo...no había otra forma...tenía que protegerla, aunque se le fuera la vida entera en ello... aunque se le vaciara el alma en el proceso...aunque ella nunca más quisiera volver a mirarla siquiera...

"Ella no va a creerme si termino todo ahora... tiene que darme tiempo... una semana no es suficiente"

Damián lo pensó y le dijo

"Tienes un mes, sino ya sabes"

Y sin más salió del apartamento, y Marta se derrumbó sintiendo aun en su corazón la quemazón de la pluma con la que el diablo acababa de estampar su firma en su carne.

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