They Couldn't Brake Us Down

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El celular vibrando frenéticamente en la mesa de noche la despertó. No tenía idea de que hora era pero claramente ya debía ser lunes por la mañana. Estaba atravesada en su cama boca abajo, y el incesante sonido ya la tenía molesta. Abrió un ojo y por la claridad que entraba por la ventana entendió que probablemente era alguien de la oficina quien la llamaba porque seguro ya tendría que haber estado ahí al menos por una media hora si es que no más. Quiso estirar el brazo para callar el móvil y cuando se movió un poco tomó conciencia del peso en su espalda. Se sonrió entonces, pero en vez de agarrar el aparato y silenciarlo, estiró el brazo hacia atrás para acariciar la pierna que estaba enredada entre las suyas.

Acarició suavemente su muslo y la suavidad de su piel en la yema de los dedos le provocó eso mismo de toda la vida... Así que movió su mano por su pierna hacia su lugar favorito y cuando lo encontró, la acarició despacio cerrando los ojos recordando cada centímetro de su sexo a medida que lo iba tocando delicadamente. Ella suspiró entonces en su espalda y la besó suavemente ahí donde alcanzaba su boca aun adormilada. Algo más despierta fue acomodándose para ir subiendo con besos húmedos sobre su espalda y cuando respiró en su nuca el móvil volvió a vibrar con arrebato.

"Apaga esa mierda Marta..." le dijo mientras enterraba su nariz entre sus rizos y acercaba su boca para besar y mordisquearle la nuca, el cuello.

El cerebro le hizo cortocircuito a Marta por unos momentos, y cuando sintió sus manos bajando a sus caderas cualquier pensamiento que no fuera ella desapareció por completo.

El puto móvil volvió a vibrar con furia y esta vez Fina se estiró enojada para agarrarlo.

"Es Andrés..." le dijo mientras medio se sentaba sobre su espalda baja

"Dámelo"

Fina descolgó la llamada y le pasó el móvil a Marta mientras se acostaba sobre ella de nuevo para continuar en lo que estaba...

"Al fin contestas Marta! Ya me estaba preocupando!!!"

"Si es que... ugh... estaba... estaba durmiendo"

"Durmiendo? Pero estas bien? pasó algo? Ya deberías estar acá!, tenemos que ver el asunto de la exposición de la próxima semana"

"Ok... ma... agh... mañana ok... hoy no... puedo... dios..."

"Marta?"

"Mañana!... ven aquí..." eso y la risa de alguien fue lo último que Andrés escuchó antes de que le colgara y si bien sonrió, al mismo tiempo se sintió traumatizado como a los 16 años...

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Recién había calmado su respiración y ella la besaba entre sus pechos con las manos bajo su espalda como siempre. Sintió la nariz de Marta bajo su barbilla y un par de besos húmedos en su cuello.

"Por dios... que acaso tienes 18 años?" le preguntó mientras le pegaba un manotazo juguetón en la espalda, Marta rio y le dijo

"14 o es que no te acuerdas?"

La hizo reír porque por supuesto que se acordaba, y Carmen también porque nunca le perdonó el no haber llegado a su cumpleaños número 20. Le tomó la cara con las dos manos y la besó entre risas mientras pensaba que no existía ninguna posibilidad de ir al trabajo ese día. Le daba igual si la despedían, ya encontraría otra revista donde poder trabajar.

Entonces la vio hacer ese gesto con sus cejas y supo que quería decirle algo

"Que pasa mi amor?" acarició su mejilla pero no le contestó

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