CAPÍTULO 1.

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¿Festejamos o nos deprimimos?

—Nos deprimimos.

—Shibal — maldijo Hanae en la otra línea —. ¿En donde están? He terminado mis pendientes, iré con ustedes.

Junwoong se acaba de ir luego de una llamada de su mamá, tienes suerte porque no creo que tome un taxi.

Lo buscaré.

La chica guardó el celular luego de que Namgung Jaesoo, uno de sus dos mejores amigos, cortara la llamada.

—Esta es la última vez, Jaesoo, Junwoong. No aceptaré un no por respuesta.

Caminó hacia su auto dispuesta a lidiar primero con este último. Por una parte entendía el rechazo de los dos a que Hanae los ayudara a conseguir un buen empleo porque sabía que sus amigos eran personas que tenían capacidades extraordinarias y querían lograr cosas por mérito propio, pero aún así la chica observaba como esto les estaba afectando en grande y no le gustaba ver a ambos tan desanimados siempre.

Solo era cuestión de que Hanae hiciera unas cuantas llamadas y recomendaciones para que Junwoong y Jaesoo se olvidaran por completo de sus problemas, pero ellos nunca aceptaban que su amiga llamara a alguien.

—¡¿Pero que está haciendo?! —gritó deteniendo rápidamente el coche. Había llegado hasta el puente de rio Han por el que Junwoong obligatoriamente tenía que pasar para poder llegar a su casa y en efecto, ahora estaba ahí... Y también lo que parecía ser un hombre mayor —¡Junwoong!

—¡Hanae! — al fin pudo respirar con alivio al ver a su amiga —. ¡Quiere suicidarse, ayúdame!

Instintivamente, la chica corrió hacia los dos y se unió a él obteniendo más fuerza.

—¡Métanse en sus asuntos! — gritó el señor intentando quitárselos de encima sin éxito.

—¡No podemos irnos! ¡Ya lo hemos visto! —reclamó Hanae.

—¡Mi tío! Me recuerda a mi tío, por eso.

—¡No tengo un sobrino como tú! — le dice ya bastante harto—. ¿Por qué hacen esto si soy yo el que quiere morir?

—¡Porque intenta morir frente a mí! —reclama el chico logrando descansar unos segundos debido a que pudieron lanzarlo hacia una parte lejos de dónde pudiera lanzarse —. ¡Cómo si hoy no hubiera sido suficiente! Déjeme terminar el día con algo significativo, por favor.

—¡Fuera de mi camino! — el mayor corrió nuevamente dispuesto a lanzarse al río, pero fue interceptado otra vez por ambos amigos.

—¡Señor!

Yah, oigan ustedes —escucharon la voz de una mujer. Junwoong fue quien la localizó y Hanae observó a dónde miraba el chico. Ninguno alcanzaba a ver demasiado... ¿eran personas? —. Apártense.

Y de repente ya no estaban en el lugar... ¿Habían desaparecido?

Sí y no. Ahora se acercaban peligrosamente a ambos, Hanae se apartó de esos dos con las manos arriba tal cual delincuente que acababa de cometer un crimen, por lo que solo Junwoong y el señor se llevaron un buen golpe por parte de una mujer de cabello rosado.

—Te dije que te alejaras —explicó sin remordimiento alguno de haberlo golpeado.

La chica estaba a punto de ir a verificar si su amigo se encontraba bien, pero el acompañante de la pelirrosa se adelantó.

—Está alerta y no tiene huesos fracturados — dictaminó después de una revisión al golpeado.

—¿Eres médico? —preguntó este.

—No —explica mientras se levanta —. Veo series de médicos y siempre quise decir eso. Significa que estás casi bien, levántate — entonces se hurgó la nariz y ofreció la mano a Junwoong para levantarse.

—¿Es una broma? ¿cómo que casi bien? —reclamó sin aceptar.

La de cabello rosa avanzó hacia ellos con tranquilidad, lo que obligó a Hanae a hacer lo mismo. En ese momento Ryunggu pudo prestarle más atención, y al observarla lo único que pudo hacer fue quedar sorprendido.

¿Ella estaba aquí? ¿acaso eso era una ilusión? ¿estaba viendo mal? ¿la vista le empezaba a fallar?

Incluso talló sus ojos varias veces con sus manos pero ella estaba de verdad ahí.

—¿Estás loco? —la voz de su jefa reprendiendo al que estaba a punto de suicidarse hizo que dejara de verla —. ¿Por qué quieres tirarte al río Han? 

—¿Por qué hacen esto? ¡Soy yo el que quiere morir! —le repitió a la mujer las mismas palabras que ya les había dicho a ellos —. ¿No puedo morir cuando quiero? ¡No me queda más opción que morir!

A Hanae le sorprendió que la pelirrosa no se viera perturbada por eso. Mantenía su expresión de tranquilidad y su tono tajante y frío... Cómo si ver eso fuera cosa de todos los días y ya estuviera acostumbrada.

—¿Qué cambia si mueres? —le preguntó mirando hacia el río —. ¿Que resuelve eso?

—Al menos no seré miserable

—De acuerdo. Entonces salta si quieres pero te lo garantizo, vas a sufrir mucho más que ahora.

—¡¿Quien eres para decirme eso?!

—¡¿Disculpa?! —Junwoong se apresuró a ellos —. ¿Qué te pasa? ¡Deberías tratar de convencerlo para que no salte! ¿qué haces? —le gritó con furia a la mujer.

—Esto no te incumbe, vete.

—¿Cómo podría irme?

—Deshazte de él — le dicta la pelirrosa a su compañero.

—Tenemos un plan — se acerca al chico —. Ocúpate de lo tuyo y váyanse.

—¡No me puedo ir! — le negó Junwoong golpeando bruscamente el cuerpo para hacerlo a un lado y después con la misma brusquedad toma el brazo de la chica —. ¿Sabes qué? No nos iremos.

Mientras eso sucedía, el hombre aprovechó la distracción de todos para intentar nuevamente tirarse al río, después todo fue un caos por unos segundos. Junwoong agarró al señor y Hanae salió de su trance por lo que acababan de presenciar ambos.

—¡Hannie! —gritó en busca de su ayuda.

Mala, pésima idea. La chica trató de agarrar a su amigo para evitar la caída, pero obviamente no pudo con ambas fuerzas y su cuerpo esta vez le jugó en contra.

—¡Junwoong!

Y ambos amigos cayeron al río junto al señor que desesperadamente trataron de salvar. Los dos emisarios no pudieron hacer nada más que mirar como los tres caían.

Desafortunadamente para la mayor, el sonido que indicaba en fin del turno de Lim, sonó.

—Jefa...

—Ve — le dice —. Vete a casa. Yo me encargaré de los tres.

Ryunggu sabía que podía confiar en su jefa. Tenía dudas sobre como se podría resolver este gran problema, pero de lo que no dudaba era de la misma Koo Ryeon.

—Llamaré al libro de los muertos para que los de Escolta no intervengan.

El emisario hizo una reverencia a Ryeon antes de irse, confiado en que no importaba la decisión que tomara la jefa Koo, estaba seguro de que sería la mejor.


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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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IN ANOTHER LIFE | Lim Ryunggu [Tomorrow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora