NO BE∀TS

20 1 0
                                    

El sol brillaba de forma radiante en lo alto del cielo haciendo que las lejanas y verdes praderas se vieran más vivas resaltando un verde más oscuro, el cielo estaba totalmente despejado y el jardín de aquel hermoso palacio estaba más vivo que nunca. Los altos pino que decoraban la entrada del lugar estaban recortados de una manera creativa que mostraba una forma cuadrada, el césped había sido podado y la hojarasca seca barrida.

Las amplías puertas de madera fueron abiertas mostrando a un elegante hombre de cabellos negros y con algunas canas resaltando en el gracias a su avanzada edad, el traje blanco que portaba estaba completamente pulcro haciendolo lucirse muy delicado gracias a las finas cadenitas que lo adornaban, sus altas botas de cuero brillaron cuando la luz del sol las tocaron y la deslumbrante corona en su cabeza destello rápidamente cuando su cabeza se movió hacia la entrada del lugar.

— ¿Cuanto tardará en llegar?— preguntó mientras cruzaba sus manos tras su espalda en una pose de espera.

— No mucho, alteza — respondió el caballero de compañía colocándose a un costado del mayor después de haber cerrado la puerta.

— Después de meses vuelvo a ver a mi hijo — soltó mostrando una pequeña sonrisa que dejaba ver lo feliz que estaba por ver a su único heredero — Estoy ansioso de escuchar los logros que hizo en los reinos vecinos— comentó.

— Estoy seguro de que el joven príncipe logró hacer muchos avances, es muy inteligente— soltó ganándose un asentimiento del rey.

Entonces el golpeteo de los cascos de los caballos a la lejanía llamo la atención de ambos varones, rápidamente uno de los guardias abrió el amplio portón de abarrotes dejando que unos hermosos corceles negros entrarán al terreno jalando un elegante carruaje de color caramelo, las ruedas de madera bailaron en el suelo de piedritas dejando como prueba una fina línea escarbada y el lacayo tiro levemente de las riendas indicándole a los caballos una pausa.

La carroza se detuvo frente a un emocionado gobernante que esperaba con una sonrisa a que su hijo bajará, el caballero de compañía abrió la puerta mostrando el interior de la carroza y entonces una bota de cuero negra se apoyó en el escalón. El chico bajo mostrando una sencilla pero elegante vestimenta que consistía de un pantalón de tela suave color negro, una camisa blanca de abotonar cómoda y en cima de ella un chalequito de cuero que hacía juego con sus botas.

— Bienvenido a casa, hijo— habló suavemente el gobernante  abrazando cariñosamente al castaño cuando sus pies tocaron el suelo.

— Gracias, papá...— respondió con una sonrisa el moreno recibiendo el gesto del mayor.

Acunó con cariño en torso de su padre recibiendo el cálido abrazo de esos brazos que había extrañado mucho, suavemente se separaron compartiendo sonrisas emocionadas donde el mayor de sentía feliz de tener su hijo y el menor se sentía tranquilo al estar en su hogar. Al escuchar el sonido de la carroza varias señoritas que pertenecían a la servidumbre salieron hasta el jardín atentas a alguna orden de su alteza. Las chicas hicieron una respetuosa reverencia cuando el menor fijó su vista en ellas.

— Hola Sara, NaJeon, SooRae— saludo amablemente. Las chicas bajaron sus cabezas con respeto mostrando una suave sonrisa respondiendo el saludo.

— Por favor lleven las maletas hacia los aposentos del príncipe — ordenó el rey a las féminas de elegantes delantales y bonitas zapatillas.

— Como ordené, alteza — respondieron en coro haciendo una pequeña reverencia para después dirigirse a la carroza y recibir las maletas que eran bajadas por los guardias.

Padre he hijo caminaron hacia las escaleras dirigiéndose al interior del palacio, la puerta fue abierta por una de las empleadas dejando a la vista el hermoso piso de jade junto a las altas paredes blancas y el sin fin de obras de arte, jarrones con flores y figuras de porcelana que yacían en cada esquina.

NO BEATS (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora