La mejor niñera (hermanos Todoroki + m!reader)

22

Dormiste sorprendentemente bien a pesar de la pequeña posibilidad de que el niño que recogiste quisiera asesinarte, y te despertaste renovado.

Revisaste al niño y lo encontraste durmiendo, así que te pusiste a preparar un abundante desayuno. El niño no parecía que estuviera a punto de morir por no comer, pero definitivamente parecía que le vendría bien la comida.

Revisaste uno de tus bolsos y encontraste una botella de crema humectante que te había regalado uno de tus amigos, y decidiste que sería un lindo regalo para el niño.

La idea de que matara a toda su familia definitivamente no era agradable, pero probablemente lo hizo por accidente, ¿no? 

Quiero decir, con una peculiaridad como esa, sería bastante difícil evitar que algo como eso pasara.

También tendrías que encontrar una forma de anular su don. 

Sería algo terrible que lo hicieras, pero con la cantidad de sufrimiento por el que había pasado, parecía que sería lo mejor. Solo tenías que encontrar a alguien que pudiera ayudarlo.

*

Cuando Tenko se despertó, estaba muy confundido. 

¿Dónde estaba? 

¿Por qué era tan cómoda esa cama? 

¿Y qué olía tan bien?

Algunos recuerdos de la noche anterior aparecieron en su mente, recordándo que un amable extraño lo había traído allí.

Saltó de la cama y se dirigió a la cocina. 

Le dolía el cuerpo, pero era por dormir en otro lugar que no fuera el frío cemento definitivamente lo ayudó.

Se sentó a la mesa y observó cómo traían los platos de comida.

"Buenos días, pequeño. ¿Dormiste bien anoche?"

Él asintió en silencio, con los ojos muy abiertos por toda la comida que le estabas dando.

¿Realmente todo esto era para él?

No estaba seguro de cuándo fue la última vez que tuvo una buena comida. Ni siquiera estaba muy seguro de cómo había sobrevivido tanto tiempo en las calles.

"Vamos, come."

Después de esperar unos segundos para saber si estaba soñando o no, el pequeño comió, disfrutando cada bocado.

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras comía, pero no dejó de comer. 

¡La comida era demasiado buena! Nunca pensó que conocería a alguien tan amable como para hacer esto por él, ¡pero ahí estabas!

"Me alegra que te sientas lo suficientemente cómodo como para no usar más tu máscara cerca de mí".

Dejó caer el tenedor. 

¡La máscara! ¡Se olvidó de ponérsela! Se apresuró a cubrirse la cara con la camisa. 

¡¿Y si su cara te asustaba?! ¡¿Y si te alejabas de él como todos los demás?!

"No necesitas esconder tu rostro de mí, aunque puedo ir a buscarte tu máscara si lo deseas".

Asomó un ojo por debajo de su camisa.

"¿N-no estás asustado?"

Negaste con la cabeza.

"¿Me prometes que no me echarás si me ves?"

Levantaste tu meñique y dijiste: "Lo prometo"

Se bajó la camisa lentamente hasta que se le pudo ver toda la cara. Tenía cicatrices y la piel muy seca, pero no era motivo de horror.