---¡Ismael! ¡Hombre!--- gritó Mateo, abrazándolo fuertemente.
Ismael se rió y devolvió el abrazo.
---¡Mateo! ¡Cuánto tiempo, amigo!--- respondió, con su acento español marcado.
Mateo se apartó y miró a Ismael de arriba abajo.
---Estás igual, ¿eh? Ni un cambio---, dijo, sonriendo
Ismael era un joven apuesto con rasgos distintivos. Su cabello rubio y rizado caía sobre su frente en suaves ondas, enmarcando su rostro ovalado y pálido. Sus ojos azules brillaban con una luz intensa, reflejando su personalidad vibrante y curiosa.
Su nariz recta y fina complementaba sus labios carnosos y sonrientes, que siempre parecían estar a punto de esbozar una sonrisa. Su piel clara y suave parecía radiar salud y energía.
Ismael tenía una estatura atlética, con hombros anchos y una silueta esbelta. Su estilo era relajado y elegante, con una predilección por camisas blancas y pantalones vaqueros claros que resaltaban su complexión clara.
A pesar de su aspecto tranquilo, Ismael irradiaba una energía contagiosa y una pasión por la vida que atraía a quienes lo rodeaban. Su sonrisa era su característica más destacada, capaz de iluminar cualquier habitación.
---Y tú, ¿cómo estás? ¿Bien?--- preguntó, mientras cargaba su equipaje en el auto.
Mateo asintió.
---Muy bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo te fue en España?---
Ismael sonrió.
---Fantástico, amigo. Te contaré todo en el camino---, dijo, mientras se subían al auto.
Mateo arrancó el motor y se dirigió hacia la ciudad.
---¿Qué tal la familia?--- preguntó Ismael.
Mateo se encogió de hombros.
---Todavía igual. Mi padre... ya sabes---, respondió.
Ismael asintió comprensivo.
---Lo sé, amigo. Lo sé---, dijo, poniendo una mano en el hombro de Mateo.
El tráfico era denso, pero la charla fluyó fácilmente entre ellos. Ismael compartió historias de su viaje en españa, y Mateo se rió y se emocionó.
Después de un rato, Mateo preguntó:
---¿Qué tal si vamos a un café? Quiero escuchar más sobre tu viaje--- .
Ismael sonrió.
---Me parece perfecto, amigo. Un café es justo lo que necesito---.
Llegaron a una acogedora cafetería en el corazón de la ciudad. El aroma a café recién hecho y la suave luz del atardecer creaban un ambiente relajante. Mateo y Ismael se sentaron en una mesa cerca de la ventana, disfrutando de la vista.
---Un café, por favor---, pidió Mateo al camarero.
---Lo mismo---, agregó Ismael con una sonrisa.
El camarero asintió y se alejó.
Ismael miró a Mateo con curiosidad.
---¿Este es tu auto?--- preguntó, señalando hacia afuera.
Mateo sonrió orgulloso.
---Sí, es mío. Lo compré hace unos meses, gracias a mi trabajo---, respondió.
Ismael se impresionó.
---¡Felicidades! Estás prosperando---, dijo.
---No quiero vivir del dinero sucio de mi padre. Quiero ganar mi propio dinero, honradamente---, afirmó.
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SUEÑOS DESEOSOS
Fantasymateo Aguirre un chico de 17 años al cual le va pésimo en la escuela, sueña con una persona en diferentes lugares pero cada vez que despierta del sueño se olvida del rostro de esa persona. Su padre lo dejo en una deuda, ahora trabajando para Daniel...