Era una fresca mañana en Milton Keynes, y el ambiente en las oficinas de Red Bull Racing vibraba con una mezcla de nerviosismo y emoción. La nueva temporada de Fórmula 1 estaba a la vuelta de la esquina, y tanto Sergio "Checo" Pérez como Max Verstappen sabían que el camino sería complicado. Con cambios en las reglas y un presupuesto más ajustado, cada piloto tenía que dar lo mejor de sí. Sin embargo, entre ellos había una química que comenzaba a tornarse innegable.
La sala de reuniones estaba llena de un aire eléctrico mientras los miembros del equipo se preparaban para la primera sesión informativa del año. Las paredes estaban adornadas con imágenes de victorias pasadas, cada trofeo brillando con el reflejo de los sueños de los pilotos. Christian Horner, el jefe del equipo, estaba de pie frente a una gran pantalla que mostraba las metas para la temporada. A su lado se encontraban otros miembros del equipo, incluyendo a la ingeniera de carrera, Hannah Schmitz, y el jefe de estrategia, Pierre Waché.
—Este año no solo buscamos ganar el campeonato de constructores, sino también maximizar la colaboración entre ustedes —dijo Christian, dirigiendo su mirada a Checo y Max—. La clave será la comunicación y la unidad.
Max se inclinó hacia adelante, un brillo travieso en sus ojos.
—¿Y qué tipo de actividades de "unidad" tienes en mente? Porque no creo que quieran que empecemos a abrazarnos, ¿verdad? —bromeó, provocando risas en el resto del equipo.
Hannah, con su característico sentido del humor, contestó:
—Si lo hacen, yo me encargaré de grabarlo. ¡Las redes sociales lo amarían!
Checo sonrió, pero luego miró a Max, sintiendo que había algo más detrás de las bromas. Max siempre había sido competitivo, pero este año había una chispa diferente en el aire.
—Recuerden que tenemos que estar en sintonía, especialmente con los nuevos cambios en las regulaciones de la FIA —intervino Pierre, tomando el control de la conversación—. Cada punto cuenta, y con los Ferrari y Mercedes acechando, no podemos darnos el lujo de ser complacientes.
Christian asintió, mirando a ambos pilotos.
—Y para comenzar, mañana tienen una entrevista a las 11 AM. Quiero que ambos se presenten como el dúo dinámico que pueden ser.
Max arqueó una ceja, con una sonrisa burlona.
—¿El dúo dinámico? ¿No crees que eso es un poco exagerado?
Checo se cruzó de brazos, observando a Max con complicidad.
—Solo asegúrense de mantener la chispa viva, chicos —dijo Christian, guiñándole un ojo a ambos—. La audiencia quiere ver esa conexión.
Mientras la reunión llegaba a su fin, Checo y Max se quedaron un momento atrás, hablando entre ellos.
—¿Tú crees que Christian se lo toma en serio? —preguntó Checo, todavía procesando la broma de Max.
—¡No lo sé! —exclamó Max, con una risa nerviosa—. Pero no me importaría pasar más tiempo contigo, siempre y cuando no tenga que hacer demasiadas cosas "románticas".
Ambos se rieron mientras salían de la sala, pero a medida que se acercaban al garaje, la tensión entre ellos se volvía palpable. En los entrenamientos, el ruido de los motores y el olor a gasolina se mezclaban con la expectativa de lo que estaba por venir. Los ingenieros y mecánicos se movían rápidamente, preparando los autos y ajustando cada detalle.
Mientras se preparaban para salir a la pista, Checo notó que Max lo miraba con una intensidad que no podía ignorar. Esa mirada se alargó más de lo necesario, y por un momento, todo el bullicio a su alrededor se desvaneció.
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ENTRE CURVAS [CHESTAPPEN]
FanfictionMax y Checo arriesgan más que solo su posición en la pista. Entre la velocidad y los secretos, su vínculo será puesto a prueba. ¿Podrá su amor resistir las curvas de un destino incierto?