La temporada culmina en Abu Dabi, un destino emblemático donde el circuito brilla intensamente bajo las luces artificiales, como un diamante pulido. Sin embargo, para Max y Checo, el brillo del circuito no hace más que resaltar la oscuridad que los rodea. La tensión entre ellos ha alcanzado un punto crítico; cada carrera, cada victoria y cada derrota ha sido un reflejo de sus
sentimientos y de la complicada dinámica que han construido.Después de un año repleto de altibajos, donde su amor se ha entrelazado con los desafíos del deporte, ambos pilotos sienten que el peso de sus decisiones recae sobre sus hombros. A medida que la última carrera se aproxima, los rumores sobre su relación han crecido, y la presión del equipo se ha intensificado. Los jefes de Red Bull, siempre enfocados en la competencia, han comenzado a hablar sobre la necesidad de mantener la imagen del equipo. Checo y Max saben que lo que ha florecido entre ellos es más que una simple amistad, pero también son conscientes de las repercusiones que podrían enfrentar si la verdad saliera a la luz.
Durante las últimas semanas, las miradas furtivas y los gestos de cariño compartidos han sido opacados por la creciente ansiedad. La presión del campeonato ha generado un ambiente cargado, donde la rivalidad con otros equipos, como Mercedes y Ferrari, se ha agudizado. Mientras se preparan para la carrera final, la tensión en el aire es palpable, y la emoción del evento se ve ensombrecida por sus propios conflictos internos.
La mañana de la carrera, Max se encuentra en el garaje, revisando su auto con minuciosidad. Cada tornillo, cada ajuste y cada configuración son cruciales para el rendimiento en la pista. Pero, a pesar de su concentración, su mente sigue regresando a Checo. Cuando lo ve entrar, el tiempo parece detenerse. La luz del garaje se refleja en el traje rojo de Checo, y en su rostro, hay una mezcla de determinación y preocupación.
—¿Listo para hoy? —pregunta Checo, tratando de mantener la conversación ligera, pero sus ojos delatan su inquietud.
—Siempre —responde Max, forzando una sonrisa que no alcanza a ocultar su angustia.
Checo asiente, y por un breve momento, comparten un silencio cargado de significado. Ambos saben que el día está destinado a ser decisivo. La carrera no solo será una prueba de habilidades en la pista, sino también un desafío emocional que podría definir el futuro de su relación.
A medida que avanzan las horas, la emoción crece. Los aficionados llenan las gradas, y la energía es eléctrica. Sin embargo, la presión sobre Max y Checo se intensifica. A pesar de las sonrisas y los gestos de apoyo, hay una tensión palpable entre ellos, alimentada por la incertidumbre de lo que vendrá.
La carrera comienza, y los autos rugen al unísono. Max y Checo están entre los primeros puestos, compitiendo codo a codo en una danza frenética de velocidad y precisión. Cada curva, cada recta, cada adelantamiento es un reflejo de su conexión, pero también un recordatorio de las barreras que los separan.
Mientras avanzan, Lando, quien ha estado a la expectativa, aprovecha la oportunidad para acercarse a Max, lanzando comentarios envenenados.
—¿Vas a dejar que Checo te gane hoy? —dice Lando con una sonrisa burlona, tratando de sembrar la duda en la mente de Max.
Max frunce el ceño, pero Lando continúa.
—No quiero que te distraiga. Sabes que cada punto cuenta. A veces es mejor pensar en ti mismo y dejar que los demás se cuiden.
Max siente que la incomodidad se intensifica. Aunque intenta ignorar a Lando, sus palabras resuenan en su mente, alimentando sus inseguridades. La presión del equipo se siente más fuerte que nunca, y la idea de sacrificar su relación por la competitividad se cierne sobre él.
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ENTRE CURVAS [CHESTAPPEN]
FanfictionMax y Checo arriesgan más que solo su posición en la pista. Entre la velocidad y los secretos, su vínculo será puesto a prueba. ¿Podrá su amor resistir las curvas de un destino incierto?