- ¿Podrías bajarme? - le preguntaría de nuevo Mayday sin perder su sonrojo mientras Dekiru volvía en si.
- Lo siento May, pero tenemos que llegar rápido con los demás - le respondería Dekiru preparándose para seguir.
- Al menos llévame de caballito, es más cómodo - le sugeriría Mayday sin perder ese sonrojo, cosa que notaba Dekiru, pero que prefería ignorar o más bien, hacerse el desentendido.
- Bien - le diría Dekiru bajándola de entre sus hombros para dejar que se subiera a su espalda, abrazando sus piernas por detrás de sus rodillas mientras que ella abrazaba fuertemente su cuello.
Y sin perder más tiempo, Dekiru emprendería de nuevo su andar, corriendo y saltando por los edificios con gran maestría y agilidad.
Todo esto mientras recuerdos lo invadían de pronto al sentir la calidez de Mayday combinarse con la de su propio cuerpo ...
- Cómo pasa el tiempo eh... - pensaría Dekiru al recordar la vez que volvió a ver Mayday desde que abandonó la U.A.
...
...
...
Cuatro años habían pasado ya desde el final de la guerra, dos desde que abandonó la U.A; Para terminar la academia en otro lugar, lejos de todos.
Y dos desde que salió de la academia, no siendo ahora más que un agente novato de la seguridad pública nacional, encargado de seguir haciendo el trabajo sucio que muy a su pesar, está lejos de acabar.
Pero mientras tanto, estaba allí, en un bar modesto para aquellos que gusten de un poco de privacidad y descanso del mundo cotidiano y sus reglas y etiquetas, tomando unos cuántos tragos mientras a su lado, le miraba coqueta y divertida una hermosa mujer.
Su conquista de esta semana, una de varias de este mes...
- En verdad eres todo una caja de sorpresas, Izuku - le diría aquella hermosa mujer de baja estatura, piel acanelada, cuerpo atlético, de corto cabello negro y de unos hermoso ojos ámbar.
No iba a mentir, desde que Ochako rompió con el, adquirió un gusto en particular por las mujeres de cabello corto, pero más que eso, de carácter suave y gentil.
Eso y además de la belleza...
De alguna manera, llena el vacío que el alcohol no puede llenar, aunque sea por un instante.
- Bueno, soy un héroe retirado Natsumi, obviamente voy a tener muchas cosas interesantes en mí persona - le diría Izuku tras darle un trago a su whisky, para con ambos brazos, tomar la silla en la que se hallaba Natsumi sentada y acortar la distancia entre ambos, la poca que tenían en realidad.
- Tranquilo Izuku, la noche es joven - le diría Natsumi divertida sintiendo las manos de Izuku posicionarse sobre sus amplios muslos.
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El Siguiente, Siempre Serás Tú
FanfictionTras haber tenido que sacrificar su don para devolverlo todo a la normalidad, dándose cuenta que solo le cedió el paso a otro ciclo sin fin, Midoriya Izuku ahora con 24 años y cómo un agente de la seguridad pública nacional. Izuku retomará su manto...