Apenas comenzaba a amanecer en la ciudad, y sentado ahí en la banca debajo del gran puente, se hallaba Izuku, presenciando el amanecer en calma y completo silencio.
Absorto en los recuerdos de hace un par de horas...
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Dos días habían transcurrido desde la redada, y aunque aún se encontraba cansado debido al don de curación de Shoko, Izuku veía de forma fija, pero irritado y ya fastidiado, a Mei que le ignoraba mientras hacía la cena.
Sabía bien que aunque tenían días buenos, días malos y solo días, últimamente más malos que nada, Mei siempre se ponía así cuando las cosas salían mal en su trabajo.
La entiende, enserio, el mejor que nadie sabe que la vida de un oficial de la seguridad pública nacional no es fácil, y mucho menos si formas parte del departamento de súper contención y supresión, el departamento encargado de ir a por villanos de la más alta peligrosidad o por grupos delictivos del mismo nivel.
Y aunque tienen cómo apoyo a lo mejor de lo mejor, eso no te asegura que las cosas saldrán bien siempre... La redada de Dictator es prueba de ello...
Tal vez... Tal vez ya sea hora de dejarlo y buscar algo más tranquilo... ¿Verdad?...
- ¿Por cuánto tiempo más estarás así Mei? Por favor háblame - le pediría Izuku con calma y tacto en su voz a pesar de lo irritado y fastidiado que ya se sentía, pues lo último que quería al volver a casa, era tener a Mei en ese estado.
Suficiente tenía con la noticia que les habían dado hacía un par de meses y que en definitiva, ya había resquebrajado su relación aunque les costará admitirlo...
Pues el sabía bien que tarde o temprano, buscará en otra mujer, lo que Mei nunca podrá darle...
- ¿Y de que quieres que te hable Midoriya? ¿Hah? ¿De que? Si siempre es lo mismo - le contestaría Mei molesta y frustrada llamándolo por su apellido.
- Mei, tú sabías bien lo que hacía antes de empezar lo nuestro y ahora me sales con esto, ¿Enserio? - le diría Izuku mientras Mei le dirigía la mirada por primera vez en estos dos días.
- Claro que te salgo con esto porque ya no solo eres tú ¿Entiendes? Somos dos Midoriya, dos, tú y yo desde hace dos años ¡¿Es qué acaso no lo ves?! - se sinceró Mei, dejándole saber la verdadera razón de su frustración y molestía a la vez que sus ojos dejaban salir las lágrimas que tanto había acumulado en estos dos días - Solo quiero vivir una vida tranquila con el hombre que amo, casarme, dejar mi estresante trabajo, verte trabajar en algo más tranquilo, tener hijos y criarlos juntos en una casa alejada de todo el bullicio de la ciudad en una granja, vivir esa vida que tanto solías platicarme que querías cuándo eramos tan solo un par de críos y amigos en U.A. - le diría con una sonrisa y un anhelo pero que provocó en Izuku todo lo contrario al oír la palabra "hijos" así que sintiéndose vacío, aún así la abrazo, rodeando su cintura con sus fuertes brazos mientras que ella solo posaba sus suaves manos sobre sus mejillas - Se egoísta por una vez en tú vida Izuku - le suplicaría ante lo cual Izuku suspiraría de manera pesimista.
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El Siguiente, Siempre Serás Tú
FanfictionTras haber tenido que sacrificar su don para devolverlo todo a la normalidad, dándose cuenta que solo le cedió el paso a otro ciclo sin fin, Midoriya Izuku ahora con 24 años y cómo un agente de la seguridad pública nacional. Izuku retomará su manto...