S.P.O - Serie C.H #13 (Impasible) - Hyunlix.

Capitulo 6.

Felix normalmente no se alteraba fácilmente. De hecho, la mayoría de las personas que trabajaban para él pensaban que era frío y sin emociones; en realidad, había escuchado a sus subordinados llamarlo un imbécil sin emociones con un palo en el culo. Era una imagen que Felix había cultivado él mismo. Era una imagen de la que estaba orgulloso.

Pero en este momento estaba tan lejos de no tener emociones como podía estar. Se enfurecía cada vez que miraba a Hyunjin durante el almuerzo. Afortunadamente, estaban sentados bastante lejos el uno del otro, o Felix probablemente no hubiera podido comer nada. Su apetito desaparecía cada vez que miraba hacia el final de la mesa, a la cabecera de la mesa.

¿Por qué estaba ese idiota sentado en la cabecera de la mesa, exactamente? Era absolutamente repugnante la forma en que todos se inclinaban hacia atrás tratando de no enojarlo. Incluso Minho, que normalmente tenía un ego lo suficientemente grande para dos, estaba callado y cauteloso mientras observaba a su hermanastro con ojos oscuros e ilegibles.

Era un pequeño consuelo que al menos a nadie parecía gustarle el imbécil. Respetaban a Hyunjin, la mayoría claramente le temía, pero no había una sola persona en la habitación que lo mirara con amabilidad. Si Hyunjin no hubiera sido un imbécil tan engreído, Felix habría sentido pena por él. Pero tal como estaban las cosas, entendía perfectamente por qué nadie lo quería. ¿A quién le gustaría ese presuntuoso, arrogante?

—Si sigues mirando a Hyunjin, Minho podría tener una idea equivocada.

Apartando la mirada, Felix la desvió hacia la pequeña mujer joven sentada a su derecha: Minju, la prima menor de Minho. Minju sonreía torcidamente, como sonreía la gente cuando no estaba segura de qué pensar.

—No estaba mirando, —dijo Felix, agarrando su café. Estaba frío. Se había distraído. Con expresión escéptica, Minju levantó sus finas cejas oscuras.

—Entre tú y yo, —murmuró sólo para los oídos de Felix. — Yo también solía mirar a Hyunjin cuando era un adolescente, en realidad no está emparentado conmigo, ya sabes—. Ella hizo una mueca, pareciendo un poco avergonzada. —Estaba deliciosamente prohibido: un pariente pero no, con una historia de fondo trágica y una buena apariencia—. Ella resopló. —Yo era una niña estúpida. Lo sé mejor ahora.

— ¿Qué quieres decir? —Felix dijo, en contra de su buen juicio. Dio un sorbo a su café frío solo para parecer indiferente.

—Hyunjin es... —Su expresión se volvió sombría antes de negar con la cabeza y sonreír. —Está tan fuera de mi alcance que ni siquiera es gracioso. Si tan solo vieras a las mujeres que le hacen compañía... Increíblemente hermosas, todas y cada una de ellas.

Felix tuvo la sensación de que no era lo que ella pretendía decir, pero fingió creerle, a pesar de su ardiente curiosidad. Su mirada volvió al hombre en cuestión, pero rápidamente desvió la mirada cuando se dio cuenta de que Minju todavía lo estaba mirando. No había estado mirando, maldita sea. Felix clavó el tenedor en la ensalada de su plato.

—Entonces, ¿ha terminado la lucha por la posición del lobo alfa? —Murmuró. —Todos parecen haber descubierto sus vientres y se han sometido a él como una perra. — Minju se rió.

—Me gustan las expresiones en inglés, son muy graciosas—. Dio un sorbo a su té y se encogió de hombros con un delicado hombro. —Parece haber terminado extraoficialmente. El tío Yeonjun era el último que todavía estaba tratando de enfrentarse cara a cara con Hyunjin, pero bueno... supongo que ahora se acabó. Francamente, el único que tenía la oportunidad de enfrentarse a Hyunjin alguna vez era Minho. Ciertamente tiene la fuerza de carácter, la inteligencia y las pelotas, y es el heredero de sangre, pero es tan hombre de negocios en estos días—. Dijo la palabra como si fuera algo poco halagador. Tal vez lo era. —Si él estuviera interesado, las cosas se habrían vuelto... mucho más interesantes, digamos, pero Minho ha dejado bastante claro que no tiene interés en regresar a Japón y hacerse cargo del negocio familiar.