El sol brillaba en el cielo cuando la campana sonó al final de la jornada escolar. Chloe se encontró esperando ansiosamente a que Red llegara. A su alrededor, los otros estudiantes se dispersaban, pero ella solo tenía ojos para la figura que se acercaba, iluminada por la luz del sol.
—¡Hola, Chloe! —saludó Red, con su energía inconfundible—. ¿Lista para nuestra aventura?
Chloe asintió, sintiendo cómo la tensión en su pecho se relajaba un poco. Juntas, comenzaron a caminar hacia el parque, un lugar que había sido su refugio durante años. Pero ahora, estaba a punto de convertirse en un espacio compartido.
Mientras caminaban, la conversación fluía entre risas y anécdotas. Red hablaba de sus sueños y pasiones, y Chloe se encontró compartiendo más de lo que había planeado.
—Siempre he querido ser fotógrafa —dijo Red—. Quiero capturar la belleza de las cosas pequeñas. ¿Tú qué sueñas ser?
Chloe pensó en ello por un momento. Nunca se había permitido soñar demasiado, pero en ese instante, con Red a su lado, la posibilidad de un futuro más brillante parecía real.
—Me gustaría ser artista. Pero... no sé si soy lo suficientemente buena —admitió, sintiendo el viejo miedo surgir de nuevo.
—No te subestimes. El arte es un viaje, no un destino. Y si te gusta, deberías seguirlo —respondió Red, con una convicción que resonó en el corazón de Chloe.
Mientras continuaban caminando, llegaron a un pequeño claro en el parque. Los árboles danzaban con la brisa, y el ambiente estaba impregnado de un aire de paz. Red se detuvo y giró hacia Chloe.
—Vamos a hacer algo divertido —dijo, sacando su teléfono—. ¿Te importa si te tomo una foto?
Chloe sintió que se le aceleraba el pulso. No estaba acostumbrada a estar en el centro de atención, pero al ver la mirada entusiasta de Red, se encontró asintiendo.
—De acuerdo, pero no prometo que sea una buena idea —respondió, tratando de bromear para ocultar su nerviosismo.
Red se rió y, en un instante, capturó la esencia de Chloe: su sonrisa tímida, su cabello ondeando al viento. Cuando Red revisó la foto, sus ojos brillaron.
—¡Es perfecta! La luz es increíble, y tú también lo eres —dijo, haciendo que el corazón de Chloe se acelerara nuevamente.
Chloe sintió una oleada de calidez en su interior. Nunca había sido el centro de atención, y menos de esa manera. Pero en ese momento, con Red sonriendo a su lado, sintió que tal vez no era tan mala idea después de todo.
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Corazón de Cristal
RomanceChloe es una chica de 17 años con un secreto: su corazón literalmente está hecho de cristal. La extraña condición es tan delicada como su propia capacidad de enamorarse, y debido al riesgo de una fractura emocional, ha pasado años evitando cualquier...