7-Kashu ga matte iru

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7-Kashu ga matte iru (La espera del cantante)

**Renji**

No puedo salir del shock en el que me encuentro, me es imposible apartar la vista de él. Byakuya sigue suspendido en el aire, amarrado por cuerdas rojas de una forma tan sutil y a la vez tortuosa que hace que la visión en su conjunto sea hermosa y desgarradora a la vez. ¿Qué demonios...es esto? ... ¿qué finalidad tiene atarle y apretarle con cuerdas hasta hacerle gemir dolorosamente? ¿es...lo que le va? .....

Desvío mi mirada al oír un leve jadeo de asombro cuando el hombre de ojos dorados se da cuenta de mi presencia y Byakuya nota el temblor de las cuerdas contra su cuerpo cuando el hombre libera un poco el amarre.

- ¿Sasakibe...? - siento una punzada de rabia al oír ese nombre susurrado de labios de Byakuya y el hombre no deja de observarme en silencio extrañado. - ¿qué...ocurre? - le hago señas al hombre para que no se le ocurra delatarme y él resopla intensamente.

-Nada. Un creyente extraviado. Dejaremos la sesión aquí, Byakuya-san ¿estás más calmado? – Byakuya asiente con la cabeza levemente y yo noto que mi cabreo aumenta. No me gusta que este tipo le esté haciendo esto, como si fuera un trozo de carne expuesta, casi desnudo, atado, indefenso, totalmente vulnerable...

Gruño cuando espero escondido en un rincón del templo a que Byakuya salga, con su abrigo sobre los hombros de su yukata, arrugado por el efecto de las cuerdas y con una expresión más sosegada, pero profundamente decaía en su mirada que me da un vuelco de 360 grados al corazón. Mierda...no quiero que vuelva a su casa a estas horas de la noche solo, pero necesito respuestas....

-Ya puedes salir, Abarai Renji- jadeo cuando el hombrecillo aparece a mi espalda enrollando una de las cuerdas rojas que ha usado en el cuerpo de Byakuya sobre su brazo, lo cual de nuevo me hace gruñirle y él arquea una de sus cejas con interés.

-Acompáñame a mi despacho. Hablaremos con más calma- ¡por supuesto que le sigo! En pose desafiante, con los puños apretados y una cara de mala ostia que no me la aguanto ni yo mismo, porque estoy totalmente fuera de mí y así lo demuestro cuando el hombre cierra la puerta al entrar en una pequeña sala con velas alrededor.

- ¿¿Quién cojones eres tú, eh?? No, la pregunta es ¿¿Quién te crees que eres para hacer lo que le estabas haciendo?? ¿¿eres un masoquista de esos?? ¿un viejo baboso que le gusta atar a sus víctimas?? ¿¿un asesino de cuerdas?? ¿¿un voyeur?? ¡¡¡qué eres joder!!!! ¡¡CONTESTA!!!- doy un golpe en la mesa con mi puño viendo que el hombre apenas se inmuta, pero sí afila su mirada dorada molesto por mis modales.

-Para empezar, me llamo Sasakibe Tadaoki. Soy el dueño y responsable de este templo y maestro kinbaku. -

- ¿Kinbaku? Lo que eres es un maestro pervertido con cuerdas, no me jodas-

-Dios, no seas ignorante Abarai-san ¿no conoces el arte shibari? La palabra significa "atadura" y kinbaku, es el arte de la atadura en sí. –

-Claro que sé de qué va todo esto, es el bondage japonés, preferencia de fetichistas, pervertidos y locos-

- ¿En qué categoría entra Byakuya-san según tu descripción? – jadeo ante esa pregunta quedándome mudo. - ¿Es un fetichista? ¿un loco? ¿un pervertido? O las tres cosas...-

-Él es...joder, la verdad es que ni siquiera sé por qué hace esto...-me restriego la cara intentando calmarme y tomo asiento frente a él al ver su gesto ofreciéndomelo.

-Abarai-san, no confundas el simple bondage con el shibari. Esta técnica va más allá que una simple práctica erótica que inmoviliza a la persona. Hay una reglas muy elaboradas y estrictas, la geometría es el epicentro de la práctica y requiere muchísimo tiempo y dominio para llegar a dominarla, incluso es peligrosa si no se realiza bien, lo que puede perjudicar mucho al cuerpo de la persona atada-

OTOKO NO KIOKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora