La hija de papi

Capitulo 4

Sentadas en la orilla de la playa, con nuestras zapatillas aún lado estábamos ella y yo, platicando sobre nuestra vida, sobre nuestros temores , simplemente conociéndonos mejor.

— sabes, nunca fui tan confiada de mi misma— dije, mientras mi mirada se perdía con las olas y su sonido.— ¿a que te refieres?— voltee a verla unos minutos, debatiendo si confesar mi mayor secreto o no ( si quería intentarlo con ella debería decirle) ¿verdad?

Devolví la vista a las olas de la playa, tomando una respiración profunda procedí.

—Cuando tenía aproximadamente unos 15 años me sentía mal con migo misma, por mi aspecto, era pequeña delante de todas las personas, me hacían mucho bullying ya que no era tan linda como las demás.— tome otra respiración.— Me llamaban fenómeno, hasta me llegaban a golpear, y yo simplemente me dejaba ya que eran mucho más grandes y fuertes que yo. Tuve que ir a sicólogo a escondidas de mí para. Mi papá es mi mejor amigo, pero nunca le dije nada, él era muy protector con migo y sé que si le decía los aria pagar muy caro. Después de un tiempo nos mudamos de la casa por el trabajo de mi padre , yo no podía estar más feliz, al fin podría salir de ese infierno y empezar una nueva vida y valla que si cambio mucho. Cuando cumplí mis 16 años ya no era la misma, mi cara cambió, mi cuerpo y mi mente, ya no me asustaba por nada, mi paso tímido cambió por uno más firme y seguro. Antes me odiaba a mí misma por no ser como las demás, más femenina y delicada, me sentía asquerosa por tener un miembro en vez de una vagina. Creía que si era normal como las demás chicas, las cosas fueran más fáciles—.

Me froté la cara por que pequeñas lágrimas salía por mis ojos, sentí su mano en mi espalda sobando esta lentamente, la miré a la cara y asintió para que terminara.

— Al parecer no estaba en lo correcto, ya que las chicas se volvieron más apegadas a mi, le gustaba mi personalidad y mi coqueteo. Soy muy cuidadosa a la hora de tener relaciones sexuales, por lo que solo e estado con 3 mujeres en mi vida. Todo el show de que traigo a mi cama a todas las mujeres que se cruzan en mi camino es solo eso un show para las personas. Solo coqueteo con ella y miento a la hora de una cita, diciendo que tengo algo que hacer. No te voy a mentir algunas veces les coqueteo no solo por las personas a mi alrededor, pero eso termina siendo nada más que un beso—.

Termine de decir. Sin darme cuenta le avía contado mi mayor secreto, secreto que ni mi papá sabía, una de las situaciones más difíciles de mi vida que guardaba en lo más profundo de mi ser.

Un peso encima de mí hizo que saliera de mis pensamientos.

Era rai quien se avía puesto encima de mí mientras yo seguía sentada en la arena. Está me estaba mirando intensamente a los ojos, una bofetada de culpa me golpeó al ver sus ojos llorosos.

Seré mis ojos al sentir el contacto de su mano en mi mejilla, inconscientemente la acerque más a mí y la abrace, sintiendo por primera vez su calor. Y era realmente maravilloso sentir su cuerpo con el mío. Cruzó sus manos por mi cuello y me susurró al oído.

— Eres una maravillosa persona, que nunca se te olvide — me separo de ella para colocarnos frente a frente, viéndonos a los ojos, con sus dedos limpio las pequeñas lágrima que rodaban por mi mejilla.
— De verdad me gustas— susurré contra sus labios sintiendo su respiración mezclarse con la mía, coloque una de mis manos en su espalda y la acaricie lentamente mirándola a los ojos, esperando cualquier reacción de su parte.

Mi respiración se cortó en el momento que estampó sus labios con los míos, moviéndolos delicadamente.
Me tomo un tiempo reaccionar pero luego le seguí el paso, besándola apasionadamente mientras bajaba y subía mi mano de su espalda.

Nos separamos por la falta de aire.

— Tu también me gustas— susurró mientras rosaba sus labios con los míos, para luego atacarlos con ferocidad, esta vez la acerqué más a mi, profundizando el beso. Abrió su boca dándole paso a mi lengua que no duró mucho para estar dentro, cuando nuestras lenguas se encogieron solté un pequeño gruñido al sentir su cálida y húmeda lengua con la mía creando una batalla por el mando.

Minutos después nos separamos por falta de aire.

Nos quedamos viéndonos a los ojos por un largo tiempo, ninguna de las dos quería separas el contacto visual. Colocó su frente con la mía mientras aún respirábamos agitadas.

— Mira que lindo atardecer— dije mientras ella se volteaba a verlo, quedando a espaldas de mi. La acerqué a mí y la abracé  por la cintura.
— si.. es hermoso— hablo mientras se acurrucaba más en mis brazos. ...

:)

¡Ran!!

¡Ran!!

¡Ran!!

Con un fuerte golpe apague la alarma que no dejaba de sonar. Me sobé la cabeza y procedí a levantarme, me quedé un rato largo mirándome en el espejos, recordando todo lo que pasó ayer,
Y una chispa se encendió en mí, un fuego que poco a poco encendió todo mi cuerpo al recordar que me avía besado con la persona que tanto anhelaba tener a mi lado.

Tome un larga y maravillosa ducha mientras escuchaba música, me lave los dientes, salí del baño y procedí a cambiarme con un atuendo algo abrigado, ya que parecía que iba a llover.
Baje a la sala encontrándome con Iván, quien estaba comiendo cereal mientras veía caricaturas en la TV. Me sentía un poco culpable por no haber pasado más tiempo con el para jugar o llevarlo de paseo, aunque hablando de paseo, le e prometido uno al parque.

Le di los buenos días llenando sus mejillas con besos. Salí de la casa de camino a la escuela, este día no iba a recoger a los chicos ya que ellos se iban con Alex en su auto. El camino estuvo tranquilo, la brisa era fresca y el sol está un poco apagado ya que estaba nublado.
Cuando estacione mi auto y bajé de él, un dolor repentino se cruzó por mi pecho, un dolor que me daba pequeñas pulsada, me di la vuelta abriendo la puerta de mi auto y sacando un agua de hay.
Tome un sorbo grande, respirando hondo y tratando de que el dolor disminuyera un poco. Camine de espacio a la escuela, buscando a los chicos con la mirada. Cuando los encontré me acerqué a ellos con un caminar tranquilo y relajado.

Hoy será un día tranquilo

Que engaño

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Estoy tan irritada y estresada por tantas clases, proyectos y tarea, y para el colmo al parecer rai me está evitando.

¡Una vez más!!

¡Pero que le pasa!! Le confesé que me gusta, incluso unos de mis mayores secretos, y ella también dijo que yo le gustaba. ¡Nos besamos!! ¿¡Que para ella eso no significó nada!?
Pensar eso me entristece y al mismo tiempo me enfureció.

¿Por qué jugaba con migo?

Si con tan solo esa tarde cambié de escuchar (cartel de santa, a solo por un beso de aventuras). Me estoy volviendo loca, me desespera y molesta su indiferencia con migo después de lo que pasamos ayer.

Enojada y cansada de estudiar, pe levanté del asiento de la biblioteca para irme hacia el patio del instituto, de repente vi que rai está apunto de pasar por mi lado, pasaba tan rápido, esperando que yo no me diera de cuenta. Lamentablemente para su desgracia y fortuna para mí.

No pasó

La tome con fuerza del brazo y la lleve a un lugar alejado, no deje que dijera una palabra y la bese.