El Camino de las Decisiones/The Path of Decisions

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Kartein respiraba con dificultad mientras empacaba a toda prisa. La carta todavía ardía en su mente, empujándolo a actuar. No podía quedarse de brazos cruzados. Su hijo había estado ausente durante demasiado tiempo, y esta podía ser su única oportunidad para encontrarlo. Cada prenda que guardaba en la maleta era un recordatorio de lo que había perdido, y cada movimiento se sentía como un latido más en su corazón desgarrado.De repente, escuchó los pasos apresurados de Kayden detrás de él.—¿A dónde crees que vas? —preguntó Kayden, la preocupación entrelazada con la determinación en su voz.Kartein no se detuvo. Continuó cerrando la cremallera de la maleta.—Voy a buscar a mi hijo —respondió sin mirar atrás.Kayden se interpuso entre él y la puerta, bloqueando su camino con una firmeza que Kartein no había esperado.—¡No puedes hacerlo! —exclamó Kayden, su voz cargada de urgencia—. No puedes salir así.—¿Por qué no? —demandó Kartein, su frustración burbujeando—. Este es mi hijo. Necesito encontrarlo.Kayden sintió cómo su corazón se oprimía al escuchar esas palabras. Sabía que su intención era proteger a Kartein, pero también era consciente de lo arriesgado que podría ser este viaje. Sin embargo, el fuego en los ojos de Kartein lo hizo dudar.—No sé qué te han dicho, pero no puedes simplemente salir y arriesgarte —dijo Kayden, intentando mantener la calma mientras su mente luchaba contra la inminente tormenta.Kartein se forzó a salir, pero Kayden le bloqueó el camino una vez más. El instinto de Kartein se encendió, y se preparó para usar su poder, el mismo que había despertado en los Pantanos Negros, un don que lo conectaba con la oscuridad y la naturaleza. Sin embargo, Kayden fue más rápido, canalizando su propia electricidad para desestabilizar a Kartein.La energía chisporroteó en el aire, pero Kartein no se detuvo. En un último intento por escapar, dio un paso hacia Kayden, quien lo empujó de nuevo con una descarga de electricidad. Kartein cayó al suelo, sintiendo cómo el poder de Kayden lo mantenía inmóvil.—¡Kayden, suéltame! —gritó, luchando contra la presión que lo mantenía atrapado.Pero Kayden se mantuvo firme, y su voz se volvió grave y decidida.—No voy a dejar que salgas. No te voy a poner en peligro por un hijo que posiblemente ya esté muerto —dijo, sus palabras cortando como un cuchillo en el aire tenso.Kartein se quedó en shock, sintiendo cómo esas palabras le atravesaban el corazón. Intentó liberarse del agarre de Kayden, pero este lo sujetó con fuerza, empujándolo suavemente hacia la cama. El conflicto en su interior creció como una tormenta implacable.—No puedes hacer esto —dijo Kartein, su voz temblando—. Necesito encontrarlo. Necesito saber.—Y yo necesito que estés aquí —replicó Kayden, su tono suavizándose por un instante—. ¿Qué pasaría si te alejas y no vuelves? No puedo soportar perderte también.Kartein sintió que la furia y la desesperación chocaban en su pecho. La lucha entre su deseo de encontrar a su hijo y su necesidad de permanecer junto a Kayden lo estaba consumiendo.—¿Así que prefieres que me quede aquí, sin hacer nada? —preguntó, su voz llena de rabia y dolor—. ¿Qué tipo de amor es ese?Kayden, sintiendo la intensidad de las emociones de Kartein, dio un paso atrás, pero mantuvo sus ojos fijos en él.—Es un amor que no quiere verte en peligro, Kartein. No quiero que te arriesgues a lo desconocido. Hay cosas que no sabes, y no puedo dejar que eso te consuma.Kartein sintió el ardor en su pecho mientras se enfrentaba a Kayden. La decisión que había tomado era clara, pero el peso de las palabras de Kayden le dejaba una profunda herida.—Tú no entiendes —dijo, su voz ahora un susurro—. Este es mi hijo. No puedo dejarlo atrás.—Kartein, piénsalo —dijo Kayden, intentando mantener la calma—. ¿Y si te pasa algo? Si te vas y mueres, ¿qué pasará con Jiwoo? No solo tienes a tu hijo desaparecido. Tienes a Jiwoo aquí, que te necesita.Kartein se detuvo un instante, la mención de Jiwoo atravesando su corazón. Era verdad; su hijo estaba allí, durmiendo en la seguridad de su hogar. Pero el deseo de encontrar a su otro hijo lo consumía.—No puedo quedarme de brazos cruzados, Kayden. No puedo.—Entiendo que quieras encontrar a tu hijo —dijo Kayden, su voz más suave—. Pero también tienes responsabilidades aquí. No solo soy yo quien se preocupa por ti. Jiwoo te necesita, y tú también lo necesitas.Kartein sintió una punzada de culpa, pero no podía permitir que eso lo detuviera. Sin embargo, la angustia en el rostro de Kayden lo hacía dudar.—No quiero perderte, Kartein. No puedo soportar la idea de que te arriesgues así.Kartein respiró hondo, sintiendo el peso de la verdad en las palabras de Kayden. La lucha interna era abrumadora; se debatía entre la necesidad de encontrar a su hijo perdido y la responsabilidad hacia Jiwoo, que estaba justo frente a ellos.—¿Y si no regreso? —preguntó Kartein, su voz apenas un susurro.—No quiero pensar en eso —respondió Kayden, acercándose un paso más—. Pero si decides irte, quiero estar contigo. No voy a dejar que enfrentes esto solo.Kartein lo miró con desconfianza, su corazón dividido. El odio y la angustia se mezclaban con la esperanza de que, juntos, podrían enfrentar lo que les esperaba. Pero eso no era suficiente; la mentira seguía fresca en la memoria de Kartein.—¿Ir contigo? ¡Ir contigo! Maldita sea, Kayden, ¿qué me garantiza que no me secuestrarás y me encerrarás para que no me vaya? Dímelo.La emoción en su voz creció, llena de dolor y rabia. Kayden se quedó en silencio, su expresión se volvió sombría.—Kartein, no me obligues a esto —dijo Kayden, su voz ahora tensa—. No quiero pelear contigo.—¿Y eso es lo que crees que me importa ahora? —interrumpió Kartein, su frustración a punto de estallar—. Todo lo que quiero es encontrar a mi hijo.—Pero ¿a qué costo? —preguntó Kayden, sus ojos reflejando su propia angustia—. No puedes simplemente dejarlo todo atrás y arriesgar tu vida por un fantasma.Kartein sintió que su furia se transformaba en desesperación. La batalla entre sus deseos y sus responsabilidades lo desgarraba.—Tú no entiendes —dijo, su voz temblando—. Este es mi hijo. No puedo dejarlo atrás.—Entonces, ¿me vas a dejar? ¿Vas a abandonar todo lo que hemos construido, todo lo que hemos luchado por mantener juntos? —dijo Kayden, su voz casi rota—. ¿Por un hijo que quizás ni siquiera esté vivo?La pregunta se quedó en el aire, pesada y fría. Kartein sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies, su corazón dividido entre el amor por su hijo perdido y el vínculo con Jiwoo, que aún estaba presente en su vida.—No sé si puedo vivir con eso, Kartein —dijo Kayden, su voz un susurro lleno de dolor—. Pero tampoco puedo vivir sabiendo que te arriesgas.Kartein cerró los ojos, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar. La presión entre ellos era palpable, un eco de los conflictos no resueltos y las emociones reprimidas.—Necesito saber la verdad, Kayden. No puedo quedarme aquí sin hacer nada —dijo, su voz ahora un ruego—. Pero si me detienes, si me encadenas aquí, no seré capaz de soportarlo.Kayden lo miró fijamente, el dolor en sus ojos reflejando el propio de Kartein.—No quiero encadenarte. Solo quiero protegerte. Pero si decides irte, no puedo quedarme aquí sin hacer nada.Y así, mientras el aire se llenaba de tensión, ambos se dieron cuenta de que la decisión que tomaran podría cambiar sus vidas para siempre. La línea entre el amor y el deber se desdibujaba, y la lucha apenas comenzaba.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Kartein was breathing heavily as he packed in a rush. The letter still burned in his mind, pushing him to act. He couldn't just sit idle. His son had been missing for too long, and this might be his only chance to find him. Every piece of clothing he stuffed into the suitcase was a reminder of what he'd lost, and each movement felt like another heartbeat in his shattered heart.Suddenly, he heard Kayden's hurried footsteps behind him."Where do you think you're going?" Kayden asked, worry intertwined with determination in his voice.Kartein didn't stop. He kept zipping up the suitcase."I'm going to find my son," he replied without looking back.Kayden stepped between him and the door, blocking his path with a firmness Kartein hadn't expected."You can't do this!" Kayden exclaimed, his voice filled with urgency. "You can't just walk out like this.""Why not?" Kartein demanded, his frustration bubbling up. "This is my son. I need to find him."Kayden felt his heart tighten at those words. He knew his intention was to protect Kartein, but he was also aware of how dangerous this journey could be. Yet, the fire in Kartein's eyes made him hesitate."I don't know what they've told you, but you can't just go out there and risk everything," Kayden said, trying to stay calm as his mind battled against the coming storm.Kartein tried to push past him, but Kayden blocked his path again. Kartein's instincts flared, and he prepared to use his power, the same one that had awakened in the Black Swamps, a gift that connected him with darkness and nature. However, Kayden was quicker, channeling his own electricity to destabilize Kartein.Energy crackled in the air, but Kartein didn't stop. In one last attempt to escape, he stepped toward Kayden, who shoved him back with another electric discharge. Kartein fell to the floor, feeling Kayden's power holding him still."Kayden, let me go!" he shouted, struggling against the force pinning him down.But Kayden held firm, and his voice became deep and resolute."I'm not going to let you leave. I won't put you in danger for a son who might already be dead," he said, his words cutting through the tense air like a knife.Kartein froze, feeling those words pierce his heart. He tried to break free from Kayden's grip, but Kayden held him firmly, gently pushing him toward the bed. The inner conflict grew into a relentless storm."You can't do this," Kartein said, his voice shaking. "I need to find him. I need to know.""And I need you here," Kayden replied, his tone softening for a moment. "What if you go and never come back? I can't bear to lose you too."Kartein felt the fury and desperation clashing in his chest. The struggle between his desire to find his son and his need to stay with Kayden was consuming him."So you'd rather I stay here, doing nothing?" he asked, his voice full of rage and pain. "What kind of love is that?"Kayden, feeling the intensity of Kartein's emotions, took a step back but kept his eyes fixed on him."It's a love that doesn't want to see you in danger, Kartein. I don't want you risking yourself to the unknown. There are things you don't know, and I can't let that consume you."Kartein felt the burn in his chest as he faced Kayden. His decision was clear, but Kayden's words left a deep wound."You don't understand," he said, his voice now a whisper. "This is my son. I can't leave him behind.""Kartein, think about it," Kayden said, trying to keep calm. "What if something happens to you? If you leave and die, what will happen to Jiwoo? You don't just have a missing son. You have Jiwoo here, who needs you."Kartein stopped for a moment, the mention of Jiwoo piercing his heart. It was true; his son was there, sleeping safely at home. But the desire to find his other son was consuming him."I can't just stay idle, Kayden. I can't.""I understand you want to find your son," Kayden said, his voice softer. "But you also have responsibilities here. It's not just me who's worried about you. Jiwoo needs you, and you need him too."Kartein felt a pang of guilt, but he couldn't let that hold him back. However, the anguish on Kayden's face made him hesitate."I don't want to lose you, Kartein. I can't bear the thought of you risking yourself like this."Kartein took a deep breath, feeling the weight of the truth in Kayden's words. The internal struggle was overwhelming; he was torn between his need to find his lost son and his responsibility toward Jiwoo, who was right there in front of them."And if I don't come back?" Kartein asked, his voice barely a whisper."I don't want to think about that," Kayden replied, stepping closer. "But if you decide to leave, I want to be with you. I'm not going to let you face this alone."Kartein looked at him distrustfully, his heart torn. Hate and anguish mixed with the hope that, together, they might face what lay ahead. But that wasn't enough; the lie was still fresh in Kartein's memory."Go with you? Go with you! Damn it, Kayden, what guarantee do I have that you won't kidnap me and lock me up so I won't leave? Tell me."The emotion in his voice grew, filled with pain and anger. Kayden remained silent, his expression turning somber."Kartein, don't make me do this," Kayden said, his voice now tense. "I don't want to fight you.""And do you think that's what matters to me now?" Kartein interrupted, his frustration about to burst. "All I want is to find my son.""But at what cost?" Kayden asked, his eyes reflecting his own anguish. "You can't just leave everything behind and risk your life for a ghost."Kartein felt his fury turn into desperation. The battle between his desires and his responsibilities was tearing him apart."You don't understand," he said, his voice trembling. "This is my son. I can't leave him behind.""So, are you going to leave me? Are you going to abandon everything we've built, everything we've fought to keep together?" Kayden said, his voice almost broken. "For a son who may not even be alive?"The question hung in the air, heavy and cold. Kartein felt the ground disappear beneath his feet, his heart divided between the love for his lost son and the bond with Jiwoo, who was still present in his life."I don't know if I can live with that, Kartein," Kayden said, his voice a whisper full of pain. "But I also can't live knowing you're risking yourself."Kartein closed his eyes, fighting back the tears threatening to fall. The pressure between them was palpable, an echo of unresolved conflicts and repressed emotions."I need to know the truth, Kayden. I can't stay here doing nothing," he said, his voice now a plea. "But if you stop me, if you chain me here, I won't be able to bear it."Kayden looked at him intensely, the pain in his eyes reflecting Kartein's own."I don't want to chain you. I just want to protect you. But if you decide to leave, I can't just stay here doing nothing."And so, as the air filled with tension, they both realized that the decision they made could change their lives forever. The line between love and duty blurred, and the struggle was only beginning.

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