lo siento/I'm sorry

69 7 0
                                    

La tensión entre Kartein y Kayden era tan espesa que parecía llenar cada rincón de la casa. Kartein, atrapado en la habitación, golpeaba la puerta sin cesar, su rabia era palpable, como un fuego que lo consumía. Al otro lado, Kayden estaba apoyado contra la puerta, su respiración entrecortada, el conflicto interno en su mirada reflejaba la intensidad de sus propios sentimientos. Ambos sabían que su relación nunca volvería a ser la misma después de esta noche.

Kartein, respirando con dificultad, decidió cambiar de estrategia. Sabía que enfrentarse físicamente a Kayden no lo llevaría a ninguna parte, así que optó por otro enfoque. Deslizó los dedos por su cabello, tratando de calmarse, y cambió su mirada de furia a una expresión más suave, vulnerable. Sabía que Kayden no podía resistirse cuando él se mostraba de esa manera; era su debilidad. Con un suspiro contenido, se acercó lentamente a la puerta y, en voz baja, dijo:

—Kayden... lo siento. No quise decir eso. Estoy cansado, desesperado... Solo quiero estar contigo esta noche. ¿Podemos simplemente... olvidar lo que pasó?

Kayden, aún apoyado contra la puerta, sintió cómo su propia resistencia se desmoronaba. Aunque su lado protector seguía alerta, su corazón latía más rápido ante las palabras de Kartein. Sin decir nada, abrió la puerta lentamente, mirándolo con una mezcla de sospecha y necesidad.

Kartein sonrió de manera tenue, alzando una mano hacia el rostro de Kayden, acariciándole la mejilla con suavidad. En un susurro lleno de seducción y promesas, dijo:

—Te necesito. Solo esta noche, olvida todo.

Kayden, atrapado en esa mirada, finalmente se rindió. Sin pensarlo más, se acercaron, sus cuerpos tensos y cargados de deseo reprimido. Kartein, con cada caricia y mirada, aprovechó cada segundo para profundizar el momento, envolviendo a Kayden en una atmósfera de pasión y entrega total. Los dos se consumieron en una mezcla de emociones intensas, la tensión entre ellos disolviéndose en cada toque y cada susurro.

Después de que todo se calmó, Kartein, aún manteniendo una expresión suave, se levantó y ofreció un vaso de agua a Kayden, quien, agotado y con la guardia baja, lo aceptó sin dudar. Poco después de beberlo, Kayden sintió sus párpados volverse pesados, sus fuerzas desvaneciéndose lentamente mientras caía en un sueño profundo y profundo.

Kartein, observándolo con una mezcla de alivio y determinación, dejó escapar un suspiro contenido. Acarició el rostro de Kayden por última vez, notando la paz momentánea en sus rasgos.

—Lo siento, Kayden... —murmuró suavemente—, pero esto es algo que debo hacer solo.

Sin más, salió de la habitación en silencio, decidido y preparado para seguir con su misión de encontrar a su hijo. Sabía que el camino no sería sencillo, y que sus decisiones podrían tener consecuencias, pero su convicción de recuperar lo que le habían arrebatado lo impulsaba a avanzar sin mirar atrás.

_____________________________________________________________________

The tension between Kartein and Kayden was so thick that it seemed to fill every corner of the house. Trapped in the room, Kartein pounded relentlessly on the door, his anger palpable, like a fire consuming him. On the other side, Kayden leaned against the door, his breath unsteady, and the inner conflict in his eyes mirrored the intensity of his own feelings. Both knew that their relationship would never be the same after this night.

Breathing heavily, Kartein decided to change tactics. He knew that confronting Kayden physically would get him nowhere, so he opted for another approach. He ran his fingers through his hair, trying to calm himself, and shifted his furious expression to a softer, more vulnerable one. He knew Kayden couldn't resist when he showed that side of himself; it was his weakness. With a restrained sigh, he slowly approached the door and, in a low voice, said:

"Kayden... I'm sorry. I didn't mean it. I'm tired, desperate... I just want to be with you tonight. Can we just... forget what happened?"

Kayden, still leaning against the door, felt his own resistance crumble. Though his protective side remained alert, his heart beat faster at Kartein's words. Without saying anything, he slowly opened the door, looking at him with a mixture of suspicion and longing.

Kartein gave a faint smile, raising a hand to Kayden's face, gently caressing his cheek. In a whisper filled with seduction and promises, he said:

"I need you. Just for tonight, forget everything."

Kayden, caught in that gaze, finally surrendered. Without further thought, they drew close, their bodies tense and charged with repressed desire. Kartein, with every caress and glance, took advantage of every second to deepen the moment, enveloping Kayden in an atmosphere of passion and complete surrender. The two were consumed by a mix of intense emotions, the tension between them dissolving with every touch and every whisper.

After everything had calmed, Kartein, still maintaining a soft expression, got up and offered Kayden a glass of water. Exhausted and with his guard down, Kayden accepted it without hesitation. Shortly after drinking, he felt his eyelids grow heavy, his strength fading slowly as he slipped into a deep, deep sleep.

Kartein watched him with a mix of relief and determination, letting out a contained sigh. He gently stroked Kayden's face one last time, noticing the momentary peace on his features.

"I'm sorry, Kayden..." he murmured softly, "but this is something I have to do alone."

Without another word, he quietly left the room, determined and ready to pursue his mission to find his son. He knew the path ahead wouldn't be easy, and that his decisions might have consequences, but his conviction to reclaim what had been taken from him pushed him forward without looking back.

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora