Cambio Brusco [YoonSeok]

6. Impostor.🫗

"Esta noche cuando esté en la cama,
cuando pensamientos tontos ronden por mi cabeza
soñaré con los errores y el alfabeto,
y apuesto a que cuando despierte mañana,
tú y yo caminaremos juntos de nuevo..."

— We're going to be friends (The white stripes)

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En su segunda visita al hogar Little Sunshine, Yoongi – en su rol de Hoseok – fue recibido con una bandeja de galletitas con forma de calabacitas, murciélagos y calaveras que la directora Park y los niños habían horneado y decorado con azúcar glaseado y chocolate.
Durante la mañana también habían adornado el vestíbulo con un par de sonrientes calabazas de arcilla, fantasmas de trapo, arañas de plástico y una pequeña pero siniestra bruja montada en su escoba que sonreía desde la baranda de las escaleras.

La euforia colectiva de los chiquillos asombró a Yoongi, pues todos corrieron en estampida hacia él cuando les enseñó los caramelos de cereza como si les hubiera llevado el tesoro más valioso del planeta.

Aquella tarde Yoon avisó de antemano que tenía algo de prisa y no se quedaría mucho, pero después de leerles un cuento a los más chiquitines, estos quisieron otro, y otro más; luego, mientras ellos pintaban divertidos dibujos de Halloween, algunos de los mayores le pidieron ayuda para las tareas de la escuela.
Pensó que estaba jodido cuando vio un libro de inglés, mas por suerte para él, el temario era sencillo y pudo echarles un cable.

Por edad, Myungsuk iba a comenzar la escuela al año siguiente, cuando cumpliera los siete años, pero ya se estaba preparando para la vida académica igual que sus compañeros.
Para Yoongi fue una agradable sorpresa descubrir que a la pequeña parecían gustarle las matemáticas. Tenían varios libros para niños con ejercicios de nivel básico, con sumas y restas, multiplicaciones, divisiones y otras operaciones cuya dificultad aumentaba según avanzaba el libro.

Myungsuk no sabía resolverlo todo, pero definitivamente estaba más interesada en aprenderse todas las tablas de multiplicar que practicar su caligrafía y ortografía. A petición de ella, Yoon le apuntó algunas operaciones sencillas diferentes de las del libro para que practicara y esperó a que terminara para revisarlos.
Tenía decidido que después se iría a casa, le contaría a Hoseok dónde había estado y le pediría una explicación de por qué y hasta cuándo pensaba ocultarle dónde pasaba realmente las tardes cuando no estaba en casa.
La voz de Myungsuk le sacó de sus pensamientos con una pregunta inesperada.

— ¿Te encuentras mal, Hobi?

— No, ¿por qué?

— Es que estás muy serio, hablas menos y no te ríes muy fuerte — explicó Myungsuk —. No sé, pareces... diferente.

— Para nada, soy el mismo de siempre — le mintió Yoon.

Otra mentira piadosa; la segunda del día, después de la que le había contado a Hoseok sobre el inexistente partido de baloncesto. Le carcomía el sentimiento de culpa, ¿pero qué más podía hacer? No era una opción confesar que era un impostor y que el verdadero Hoseok, por arte de magia o quizás hipnosis, se había intercambiado de cuerpo con él.